4. Burlas

431 91 90
                                    


Después de ese mensaje apagó inmediatamente su teléfono, bajó al primer piso y pasó el resto de la velada tratando de poner una sonrisa en su rostro ¿Los estaba convenciendo o tenía escrito en el rostro que había leído algo muy malo?

Probablemente era lo primero porque nadie le hizo un comentario al respecto, sin embargo, cuando creyó que todo estaba bien, en el momento que tocó despedirse de todos, su hermana menor lo abrazó más fuerte de lo normal y le susurró al oído con disimulo.

—Sé que algo te pasó, hermanito... solo espero que puedas confiar en mí.

—No me pasó nada, Olivia —respondió sonriendo— ¿Por qué habría de hacerlo?

Le tocó ambas mejillas con las manos.

—Porque te conozco lo suficiente y sé que algo te está afectando... ya hablaremos —miró hacia adelante, Ana ya estaba entrando al auto— pero a solas... buenas noches John-John.

Esa noche no volvió solo a su casa como lo había pensado, decidió invitar a su novia a quedarse porque de todas maneras tenía pertenencias de ella en un cajón para casos de "emergencia".

Por supuesto que tuvo sexo con ella o como le gustaba decirle, "hacer el amor", solo que su cabeza parecía no conectar con su cuerpo por lo que tuvo que esforzarse un poco más para enfocarse en la preciosa mujer que tenía desnuda sobre la cama. Pechos generosos, piel suave y cálida, cabello oscuro, ojos color miel y labios melocotón, mierda, tuvo que luchar con todo para que no se le acercaran los buitres desde la universidad y, aún así ¿Por qué hoy tardó un poco más en tener un orgasmo cuando era un afortunado desde hace años?

Durante la madrugada, acompañado del silencio, la oscuridad y la privacidad que le confería el hecho que Ana estuviera durmiendo plácidamente, los ojos rasgados de aquel hombre estaban en el techo junto a un cerebro infestado de pensamientos culpables.

Recordaba muy bien el primer día que conoció a Taeyong. Era una cena de acción de gracias coreano ("Chuseok"), llegaron con algunos platillos a la comida que sus padres habían hecho siendo presentados como los vecinos nuevos que habían llegado de Corea del Sur hace 1 semana, sin familiares, solo ellos. Taeyong tenía 7 años como él, había estado vestido con ropa tradicional color celeste y aunque no se conocían, tardaron solo unos minutos en hacerse amigos.

Amigos que fueron juntos a la misma escuela y crecieron con el paso de los años.


Flash Back

—Olvidaba que tu familia es extremadamente religiosa ¿Estás seguro que no te vas a convertir en sacerdote?

Johnny sonrió lentamente. Como todo niño inocente en algún momento su cariño por Dios le hizo creer que podía convertirse en sacerdote, sin embargo, cuando sus padres se enteraron se lo prohibieron tajantemente, como era el único hombre sería el responsable de heredar el apellido "Suh" a la siguiente generación y los sacerdotes no podían tener pareja, mucho menos niños.

—Eres un imbécil, si ellos se enteran te vetará por siempre de esta casa.

Le ofreció una cerveza, ambos estaban solos en la sala de estar dispuestos a ver una película después de nadar por 2 horas en la piscina. Estaban en la enorme casa de Johnny, solos, la hermana mayor había ingresado a la Universidad por lo que ya no vivía en casa y la más pequeña estaba en la de una amiga de la escuela.

—Están trabajando, lo sé... vamos, solo una, no hay policías, nadie sabrá.

John se consideraba un hijo obediente, responsable, de perfectas calificaciones, el ejemplo para otros. Pero a pesar de ello y el hecho que Taeyong fuese un poco lo contrario, eran mejores amigos.

"Hijo de las estrellas" [Johnmark-NCT]Where stories live. Discover now