13. Un error dentro de mí

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Como se había mencionado con anterioridad, los alosomas de los lernianos se dividían similar a los humanos, las hembras eran OO (las humanas XX) y los machos OZ (los humanos XY).

En el pasado hubo mutaciones genéticas que dieron vida a hembras con capacidades reproductivas de machos y de machos con capacidades reproductivas de hembras, lernianos tan especiales que forjaron en las primeras civilizaciones lo que era la monarquía. De ese linaje especial solo quedaban los Lee, la única familia real en el planeta Lernu y para ser más específicos, después de la muerte de su abuelo paterno, Mark sabía que era el único lerniano con la mutación genética, por lo tanto, el único macho que podía quedar embarazado.

El príncipe Mark Lee había sido criado desde que tenía memoria con muchas reglas respecto a su cuerpo.

1) Mark no podía perder su pureza hasta el contrato de unión entre él y su pareja, incluso si entraba en celo antes de conocerla.

2) Para dar inicio a la siguiente línea de sucesión al trono y hacerla aún más pura, Mark tenía prohibido embarazar a una mujer.

3) Mark debía quedar embarazado del hijo de una familia cuyo valor en la sociedad fuese alto, alguien de un linaje lo más cercano a la perfección y, solo sí, el rey y la reina lo aprobaban.

Pero ¿De qué valieron tantas reglas y educación respecto a ello cuando jamás pensó que entraría en celo con un ser humano? ¿De qué valieron años de preparación respecto a su sociedad cuando en este minuto él era la prueba viva de que humanos y lernianos podían cruzarse para dar vida?

Vida. Maldita sea, dentro de sí había algo que comenzaba a significar vida y eso lo dejó aún más descolocado.

Estaba tan perdido en sus propia cabeza que no se dio cuenta cuando John había entrado al baño y se había agachado a su lado inmediatamente mientras decía algo con el rostro embargado en preocupación. Todo se sentía lento y prácticamente sin ruido. Solo cuando bajó la vista notó manchas de sangre en el piso, solo en ese momento entendió la expresión abatida del humano y por qué le estaba limpiando con cuidado la muñeca donde la sangre corría. Su muñeca... sí ¡Se había quitado el chip que le daba información de su cuerpo!

—Mark... por Dios Mark, si tienes angustia refúgiate en mí, pero evita esto —su voz se desequilibró por un momento— no te hace bien cortar tu muñeca.

Los ojitos del príncipe parecían no comprender, hasta que después de unos segundos su boca pareció obedecer cuando quiso expresarse por sí mismo.

—Perdón, no volverá a pasar... perdóname.

No podía decir la verdad, una vez más debía mentirle a la persona que realmente lo quería y se preocupaba por él.

Su corazón siguió latiendo más alto del ritmo normal y probablemente le tomaría mucho tiempo volver a su estado basal, las emociones estaban corriendo por todo su sistema, su sangre descontrolada llevando de un lado a otro la tormenta de hormonas, sus sistema nervioso colapsando en completo silencio.

Cuando Johnny terminó de vendar su muñeca, depositó un pequeño beso en la zona y agachado frente a él lo miró con esa calidez que solo hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas.

—No quiero que te hagas daño... sé que estás pasando por un momento difícil, pero me tienes a mí, realmente me tienes a tu lado —acarició sus mejillas, Mark mordía su labio inferior— te quiero ¿Lo sabes no?

—Yo también lo... yo también te quiero.

El abrazo que se dieron después de eso se sintió particularmente muy especial, muy cálido, muy como se debía sentir un hogar que le pertenecía, quizás era porque no podía dejar de repetir en su cabeza las palabras de "Estoy embarazado de ti, estoy embarazado de ti".

"Hijo de las estrellas" [Johnmark-NCT]Where stories live. Discover now