22. Aprendiendo a querer

294 65 64
                                    

Flash Back

Los ojos de aquel hombre estaban en el horizonte donde el atardecer se apreciaba, rayos solares que teñían las pocas nubes en unas naranjas y rosadas. Sentir el aire tibio, los últimos cantos de las aves que aún no se quedaban dormidas, todas estas cosas y detalles lo hacían sentir muy vivo. Su planeta era hermoso, abundante y ecológicamente muy sano.

Desvió la vista cuando escuchó pequeños pasos acercarse, sorprendiéndose en demasía al ver el rostro que llevaba el niño, un poco perdido, desolado, confundido tal vez. Mordía su labio inferior y sus ojos estaban húmedos con escasas ojeras de tinta lila como si no hubiese podido descansar lo suficiente durante el día ¿Se había saltado su siesta? ¿Necesitaba una revisión médica?

Se paró y se agachó frente a él, descansando ambas manos sobre sus mejillas.

—Hola, su majestad... ¿Necesita alguna cosa?

Apretó sus labios de otra manera.

—Hice algo horrible —susurraba— y mi cabeza me está matando... hice algo muy malo.

Podía tomarse aquellas palabras como algo ligero, pues, un niño de 4 años (lernianos) no podía hacer daño a nadie, sin embargo, estaba seguro que el príncipe Junjün no se expresaría de esa manera ni emanaría ondas de angustia tan fuertes de tratarse sobre algo simple.

Miró disimuladamente hacia todas partes, porque, aunque pareciera que nadie estaba cerca, estaba seguro que tenía varias personas del equipo de seguridad observando sus pasos ¿Podía confiar que ellos no escucharían su conversación o harían algún truco telepático para espiarlos?

Sin decir más le sostuvo la mano y junto a él emprendió el camino hacia la habitación, no era como si no pudiese llegar a través de un teletransportador al piso más cercano, pero el solo ejercicio de caminar parecía surtir efecto y calmar el corazón del niño. Solo cuando digitó la clave para abrir la habitación del príncipe y cerrar la puerta tras su espalda, pudo sentirse más seguro.

—Su majestad... ¿Qué es eso que tanto aflige su mente y su corazón? puede estar seguro que no le diré a nadie —acarició sus cejas y mejillas— puede confiar en mí.

El niño tragó saliva, miró sus manos y respiró rápidamente un par de veces antes de atreverse a abrir la boca.

—Le leí la mente a mi papito Mark sin su consentimiento —susurró— violé su privacidad porque necesitaba entender ¿Por qué me siento tan diferente? ¿Por qué siento que me falta algo? —intentó secarse las lágrimas, aunque fue inútil, lloraba otra vez— y... ahora lo entiendo todo.

Chittaphon perdió el aliento terminando sentado en el suelo, respirando con dificultad mientras sus ojos veían en todas las direcciones ¿Qué respuestas podía darle? ¿No se suponía que la mente del príncipe Mark era una de las más fuertes del planeta? ¿Cómo un niño tan pequeño podía romper sus escudos y adentrarse en recuerdos que no debían ser vistos?

Junjün colocó las manitos en su cabello, jodidamente aterrado y angustiado.

—Vi a un hombre, alto y de cabello oscuro y... y —sollozaba— mi papá Yuta no es mío, no de verdad, sé que mi papito Mark amaba al señor Suh... sé que él es mi humano y sé que me hace falta, mucha falta.

Fin Flash Back


Después de sus palabras, Mark había intentado ahorcarlo cegado por la ira y la desesperación, pero toda su fuerza se perdió cuando Chittaphon, a modo de defensa y de querer que se supiera la verdad, descansó sus dedos en la frente del príncipe para que viera abiertamente todo lo que había sucedido con el niño, el momento en el que confesó su "pecado" e incluso el momento en el que le rogó desesperadamente buscar la manera de conocer a ese humano.

"Hijo de las estrellas" [Johnmark-NCT]Where stories live. Discover now