24. Nuevo asistente

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"Eres el famoso nuevo asistente del famoso director en jefe de esta revista".

Cuando escuchó aquellas palabras, Mark descendió la mirada hacia la mano del otro hombre que sostenía su muñeca, siendo demasiado consciente del calor que se producía con un contacto tan simple como este. Era un toque poco gentil, más bien del tipo doloroso.

Tragó saliva, hizo fuerza para quitar su brazo y lo miró directamente a los ojos.

—Hasta nunca, John Jun Suh.

Esas fueron sus últimas palabras, demasiado diplomáticas para su gusto, demasiado dramáticas para soportarlo, antes de desaparecer del lugar, mientras que el aludido apretó sus dientes y presionó los dedos contra la palma de la mano que había utilizado para tocarlo. ¡¿Era una maldita broma?!

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A veces, solo a veces, casi podía envidiar a los seres humanos y sus mentes telepáticamente incompetentes, porque podían fingir por un par de segundos que la otra persona pensaba lo que ellos querían que pensara e ignorar todo lo demás, con ello se evitaban discusiones o también se podían crear magníficos planes.

Para Mark Lee no.

Allá en su planeta las personas telépatas aprendían desde edad temprana a utilizar escudos mentales que los protegían de la invasión de otros, evitaban las fugas de pensamiento y disminuían la emanación de emociones. Pero acá en el planeta tierra por mucho que tuviera sus escudos mentales elevados, los pensamientos humanos salían de sus cabezas como manantiales, pensamientos que él no quería percibir y a veces eran imposibles de eludir.

En este momento, por suerte, era de noche y las personas dormían, pero no estaba tranquilo en absoluto dado que, mientras más se acercaba a aquella propiedad, la conexión con su hijo se sentía más fuerte tanto física como mentalmente. Junjün estaba aquí, su alma se lo gritaba y la necesidad de abrazarlo era casi enloquecedora.

Detuvo sus pasos, tragó el nudo en su garganta y cerró sus ojos para concentrarse en la unión telepática que tenía con el niño.

"Mi amor, sé que estás aquí... tu tío Ten confesó todo y sé que lo sabes, papá está aquí afuera, necesito que me abras la puerta, no puedes despertar a tu... a John".

Mordisqueó sus labios antes de seguir, podía sentir a su hijo escuchando el mensaje telepático, pero no respondía.

"No voy a hacerte daño, Junjün, solo... te necesito a mi lado y no puedo abrir la puerta sin causar un alboroto, tenemos que hablar pequeño mío".

El silencio desde el otro lado del "canal de comunicación" lo abrumaba ¿Había valido la pena arriesgarse para venir hasta la propiedad donde John Suh vivía? ¿Había valido la pena manipular la mente del conserje para que lo autorizara a entrar y que además desconectara el equipo de seguridad?

En cuanto apoyó la cabeza en la pared del pasillo, sintió que la puerta se abría lentamente hasta que la pequeña figura de su hijo apareció allí, con sus enormes ojos brillantes, con un pijama de camiseta blanca y pantalones cortos azules con diseño de dinosaurios, con los labios apretados en un puchero y la respiración inestable, signos inequívocos que estaba rompiéndose emocionalmente.

Lucía tan simple como humano, tan inocente como hermoso, pero sobre todo tan vulnerable que no pudo soportarlo más, se agachó frente de él estirando sus brazos para rodearlo completamente contra su cuerpo. Su aroma, su calor, sus pequeños detalles que no habían cambiado incluso desde que había nacido.

Mark se sintió abrumado por los recuerdos de la desaparición de su hijo allá en el planeta Lernu, la incertidumbre, el pavor de que le hubiesen quitado su vida, la sola posibilidad de no volver a verlo. Sus ojos derramaron lágrimas intensas por sus mejillas.

"Hijo de las estrellas" [Johnmark-NCT]Where stories live. Discover now