17. Un completo desastre

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En Lernu, los cepillos y las pastas dentales eran cosas consideradas obsoletas hace cientos de años. La higiene bucal se realizaba con dos opciones: una pastilla que se masticaba y eliminaba todo desde las encías hasta la lengua dejando un sabor mentolado o, la opción para clases más altas, era utilizar un dispositivo electrónico pegado en la pared que escaneaba la boca y eliminaba al instante hasta la partícula más ínfima de microbios y comida, aprovechando de blanquear los dientes, dejando el sabor que tú seleccionabas como menta, frutilla, hierbas frescas, etc.

Era un hecho sin importancia que a Mark se le vino a la cabeza al higienizarse después de vomitar todo su desayuno.

—No puedo creer que extrañe un cepillo de dientes, Jeno —susurró, observándose al espejo— ¿Cuánto ha pasado desde que dejamos la tierra?

—Hoy se cumplen exactamente 2 meses lernianos, señor, eso son el equivalente a 2 meses y medio terrícolas.

Cuando los días avanzaran más, la diferencia de tiempo se haría mayor entre su planeta y el terrano. Un hecho que lo agobiaba por las noches cuando se ponía a pensar en todas las implicaciones que eso traía. Dando un suspiro inestable, desabotonó su camisa completamente, dejándola a un costado en el suelo para terminar viendo su reflejo en el espejo, con un nudo en la garganta y el terror trepando en el alma.

Jeno contuvo la respiración y miró hacia un costado, temiendo faltarle el respeto al príncipe, pero este parecía no preocuparse por otra cosa más que su abdomen.

—Informe de salud, por favor.

Él sabía a lo que se refería.

—Su majestad —dijo solemne leyendo el holograma que proyectaba el dispositivo de su muñeca— la edad gestacional del feto son 16 semanas y 2 días, el equivalente a 4 meses aproximados, hablando en tiempo terrícola por supuesto... —continuó— pesa 92 gramos y mide 12 centímetros. La velocidad de desarrollo es igual al del ser humano, pero se desconoce si en algún momento se estabilizará y se inclinará más al de un lerniano. Independiente de ello, su desarrollo es completamente saludable.

Con los ojos llenos de lágrimas, Mark tocó su abdomen, un abdomen que no era musculoso ni plano sino todo lo contrario, tenía un pequeño crecimiento que hacía evidente que algo se desarrollaba dentro de él.

"¿Quiere saber el género del feto, señor? El dispositivo lo informará si usted lo solicita"

Aunque se lo dijo por telepatía, el príncipe negó con la cabeza lentamente, concentrado únicamente en su vientre.

—Voy a necesitar ropa más grande... no podré ocultar por mucho más tiempo esto y la que tengo me queda muy justa —su voz era más grave de lo normal porque hacía todo el esfuerzo por no llorar— pero no quiero hacerlo... tengo terror de cómo reaccionarán mis padres, los políticos... el mundo.

Con un leve asentimiento de cabeza Jeno se retiró del baño. Mientras tanto, Mark terminó por desnudarse completamente antes de sumergirse en el agua color rosa pálido que lo esperaba en la bañera, agua cálida y humeante preparada especialmente para proporcionarle todos los elementos que mantenían su piel libre de imperfecciones.

Estando rodeado únicamente del silencio, el lerniano aprovechó de hundirse totalmente debajo del agua y concentrarse en el vínculo telepático que se había creado con su hijo/a representado por un haz de luz dorada. Podía percibir "la sensación primitiva de protección y calidez" que emanaba el feto, nada más, aunque era suficiente para que su propio corazón latiera muy rápido con la tormenta de emociones que lo embargaban.

"No tienes la capacidad de escuchar, pero sé que pronto podrás sentirme a través de nuestro vínculo telepático... no sé si seas niño o una niña y aún no sé si quiera saberlo, porque tengo tanto miedo de perderte cuando siento que me estoy ilusionando con tenerte. ¿Te parecerás a mí o te parecerás a John?... Dios, estoy perdiendo la cabeza ¿Seré capaz de protegerte?".

"Hijo de las estrellas" [Johnmark-NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora