Demonios;; Eren Jaeger x Lectora | Shingeki no Kyojin

·•❃•18. Hogar.

❝El demonio disfrazado de humano❞

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La madrugada en que (Nombre) y Gregory llegaron al mundo, hacía más frío de lo que se podría esperar para una estación otoñal, o tal vez así es como su madre había percibido el clima luego de perder tanta sangre.

El parto sucedió dos semanas antes de la fecha prevista, pero los mellizos tuvieron la suerte de gozar de una salud excepcional para tratarse de un embarazo múltiple. Y, el doctor que se encargó recibirlos, se trataba nada más y nada menos que de Grisha Jaeger, cuya fama apenas despegaba en los muros interiores debido a sus amplios conocimientos avanzados.

O así marchaban las cosas para él hasta que sus visitas al muro Sina empezaron a reducirse.

La gente no tardó en ir dejando su nombre en el olvido, pues no era ningún secreto que a la mayoría una nueva cara les causaba cierta desconfianza y, debido a ello, que su presencia fuera desvaneciéndose poco a poco de la muralla ya no les daba de qué hablar. En especial a los residentes del distrito Stohess, quienes eran como serpientes que se arrastraban y siseaban a espaldas de alguien, aguardando por la oportunidad perfecta de encajar su veneno. 

Aunque, por otra parte, a ella nunca se le ocurrió relacionarlo con el padre de Eren por el simple hecho de que ni siquiera lo recordaba y él tampoco le había mencionado su nombre. Puede que sonara muy despistado de su parte, pero debía tomarse en cuenta que apenas llegaba a los dos años de edad cuando el doctor realizó una segunda visita en su casa. Pero esa era la situación hasta que hubo un detalle que cambió el rumbo de todo.

En la última carta que recibió de su hermano, éste relató una historia graciosa que le contó su abuelo sobre lo mucho que su madre estuvo gruñendo y maldiciendo al mundo cuando los estaba dando a luz, tanto que incluso asustó un poco al doctor que la atendió —y no era para menos, su mamá era aterradora en esos momentos de ira—. Después Gregory escribió lo irónico que resultaba que a ellos siempre los reprendiera por soltar la más pequeña e insignificante grosería. Al final se despidió diciendo cuánto le alegraba que un titán no la despedazara, ya que ni siquiera ese doctor de Shiganshina la habría podido arreglar pese a sus extensas habilidades.

El descubrimiento se mantuvo en segundo plano por el revoltijo que traía en su cabeza a causa de cada problema que surgió luego del ataque, aunque fue gracias a ese evento que se dispuso a estar más atenta a los detalles.

Y es que le sería de utilidad para todo lo que estaba por suceder.

Gregory se apartó y le fue concedida la oportunidad de detallar su semblante. Encontró una mandíbula ligeramente más marcada que la suya —asumió que la etapa de desarrollo por la que atravesaban haría que ese rasgo aumentara en el futuro—, una minúscula cicatriz cerca de la línea del pelo y ya no compartían la misma estatura, el muchacho le sacaba ventaja por un aproximado de seis a ocho centímetros de altura. Dejando eso de lado, seguían manteniendo facciones similares a pesar de que la tonalidad del cabello y los ojos difería desde que eran pequeños.

Él ofreció una expresión que mostró un leve ápice de inquietud, su hermana conocía sus gestos lo suficiente como para saber que algo no andaba bien.

—¿Qué te ocurre?

—Ayer... mamá estuvo aquí. Vino a preguntarme si estabas en el cuartel porque le pareció extraño no haberte visto en varios días. —(Nombre) se fue contagiando de su nerviosismo—. Tal parece que se enteró del retraso que hubo en el reclutamiento de la división Sur y debió angustiarse.