Demonios;; Eren Jaeger x Lectora | Shingeki no Kyojin

·•❃•5. Combate.

❝Pistas que se tienen en frente y solo se sabe de ellas hasta que se descubre la verdad❞

─·•❃•✿•❃•·─

Oh, la preciada hora de descanso. Era uno de los escasos momentos que los futuros soldados aprovechaban para realizar cualquier tarea pendiente. O como su nombre lo indicaba, simplemente iban a relajarse.

Eren avanzó sin prisa por los pasillos, dirigiéndose a la cocina. Y para poder ingresar a ella, primero tenia que atravesar parte del comedor. Así que al entrar notó a una sola persona sentada en una mesa, dándole la espalda. Ella ni se molestó en voltear a pesar de que lo escuchó. No le fue tan complicado saber que la chica se trataba de (Nombre) con reconocer su cabello.

Pasó directamente hasta la cocina, yendo a buscar una taza para prepararse un té. Ya había pasado un año desde que se conocieron y en todo ese tiempo podían tener conversaciones largas únicamente si coincidían en el mismo grupo. De estar en uno aparte con suerte conseguían darse un saludo que involucraba unas pocas palabras.

Una vez lista su infusión se propuso acercarse a ella un rato. Se percató cómo estaba leyendo lo que parecía ser una carta y apoyaba la mejilla contra su otra mano.

—Hola otra vez —le dijo, sentándose en frente. (Nombre) le echó una mirada por encima de las hojas y de inmediato las depositó en la mesa—. ¿Qué es eso?

—Una carta de mi mamá —le dio el último sorbo a su té.

—¿En serio? En todo este tiempo nunca has hablado de tu familia —mencionó, estando interesado en el tema.

—Bueno... no hay mucho que pueda decirte. Mi abuelo es un Mayor de la Policía Militar, mi mamá tiene un negocio de repostería y tengo un hermano mellizo que también se unió al ejército aunque está entrenando en la División Este.

—¿Y tu padre? —indagó extrañado ante el hecho de que no lo hubiese mencionado.

—Mi padre... —Su voz cambió drásticamente, burbujeando con ciertas pizcas de ira. Se quedó callada durante unos segundos, teniendo la vista perdida en la mesa. Eren enseguida entendió que fue un error preguntarle eso; sin en cambio, antes de poder decir algo, (Nombre) se adelantó a hablar—: murió en la destrucción de Shiganshina hace tres años —volvió a mirarlo, recobrando su característico tono.

No pudo ocultar lo sorpresa que lo abordó. Le hubiera gustado saber qué estaba haciendo allá, pero después de esa reacción no consideró que fuera una buena idea.

—¿Y qué hay de tu familia? —inquirió la joven.

—Tampoco hay mucho que yo pueda decirte —bebió un sorbo de su té—. Yo vengo del distrito Shiganshina, allí mi padre era un famoso doctor. Un día simplemente desapareció y no puedo evitar pensar que nos abandonó a Mikasa y a mí. Sobre ella... no es mi hermana biológica, supongo que no es complicado darse cuenta. Y mi mamá... —Sus manos se doblaron en puños que tensó con fuerza sobre la madera de la mesa—, fue devorada por un titán frente a mis ojos hace tres años también.

El mutismo se instaló entre ambos. A (Nombre) le nació un sentimiento curioso y extrañamente familiar que pronto se vio aplastado por presenciar a Eren enojado. Era normal que las personas se enfurecieran de vez en cuando, ¿no? Comprendía lo que era eso a la perfección, aunque la mayor parte del tiempo se reprimía.