[08]

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Jungkook vio al humano salir por una puerta, había extendido su pañuelo para ayudar a limpiar al tercer amante; pero este salió corriendo y llorando por alguna razón, contempló a la sirvienta y suspiró un tanto aturdido por la situación.

—¡Tú, niña!—gritó la jefa de las sirvientas que se acercó a la joven que había botado las copas de vidrio, al contemplar al Duque, se disculpó con sumo respeto, presionando la cabeza de la joven y haciendo que hiciera una disculpa de 90 grado—¡Lo siento mucho, esta sirvienta es nueva y no sabe como hacer su trabajo! ¡Estás expulsada, vete!—gritó aquella humana.

—¿Eh? ¡Por favor señora, no me haga esto, tengo una familia que mantener y-...—la protagonista se hincó casi llorando—¡Señora!

—¿Sabes a quién has ofendido?

—Da igual—comentó Jungkook metiendo su guante en el bolsillo de su saco—. No pasó a mayores—el vampiro contempló a los demás hombres con los que había estado hablando—. Caballeros, me retiro.

El Duque se dirigió a la puerta donde había visto ingresar a Min Yoongi. Al entrar, pudo ver al mayor, que se encontraba hincado y se abrazaba a si mismo, llorando desolado en aquel enorme pasillo. Desvió la mirada y se quitó su saco hasta tirarlo sobre el humano, cubriendo al chico por completo, Yoongi soltó un quejido cuando uno de los botones de aquel pesado saco le golpeó, movió un poco aquella prenda, contemplando con sus ojos negros al vampiro, quien tenía su manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

—Límpiate—le extendió el pañuelo sin verlo.

—Lo siento, por arruinarlo todo—musitó el omega que se levantó con lentitud y cubrió su ropa sucia para luego limpiar su rostro y cabello con aquel pañuelo.

—No es la gran cosa, tercer amante.

—¡Tengo un nombre, es Min Yoongi no tercer amante!—reclamó algo molesto.

—Anteriormente ni siquiera te atreverías a verme y ahora tienes el descaro de alzarme la voz y renegar—Jungkook suspiró—, de todos modos, me diste una excusa para irnos de este aburrido lugar, camina—le ordenó haciendo un gesto con rapidez en dirección de la puerta.

Mijoo al ver a su amo, se camufló en la pared, si el vampiro se daba cuenta que estaba allí, su cabeza podía ir rodando.

Yoongi estaba a punto de abrir la puerta del salón, en eso unos brazos lo tomaron y lo cargaron, el omega se sobresaltó ante aquella acción, Jungkook cubrió bien al chico e ingresó, se hizo espacio entre las personas que miradaban consternados dado que el Duque no era un tipo que se interesaba en otras personas, Yoongi al sentir algunas miradas, se hizo el desmayado de forma dramática.

"¡Preferible esto que pasar vergüenza, porque entre ser y no ser, yo soy". En eso vio a la protagonista que recogía los pedazos de vidrios y limpiaba el suelo, el omega sonrió ladino y le sacó la lengua, acción que la joven vio y le hizo fruncir el ceño. Yoongi se volvió a ser el desmayado, gustoso de ser cargado por aquel hombre.

Incluso la tristeza se le había ido.


Al llegar al carruaje, Jungkook lo bajó con cuidado, el omega subió al transporte y se sentó con un poco de sueño, iba a ser 3 horas de viaje hasta regresar al castillo, dado que ya era muy noche, el sueño empezaba hacer de las suyas, por lo que se acostó a lo largo del asiento del carruaje. Jeon Jungkook contempló aquel humano por varios segundos, alzó el rostro mirando con cierta curiosidad a ese ser, sus ojos se volvieron de un color rojo intenso y sus incisivos picaron, deseando afilarse y morder aquel blando cuello que quedó al descubierto.

Jeon Jungkook dio un suave golpe a la puerta del carruaje, tratando de mantenerse cuerdo, hace mucho que no probaba la sangre humana, debido a que no había tenido encuentros con la segunda amante y la primera fue asesinada y fue comida para las vigilantes, sabía que el joven Min todavía no estaba en buen estado de salud y debía tener mucho cuidado.

Kookgi|| SantéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora