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Un hombre alzó el rostro, dejando ver su cabellera larga y andrajosa, unos ojos amarillos relucieron mientras sus pies estaban atadas con cadenas a la pared. Aquel tipo miró con suma furia y repudio al Duque Jeon Jungkook, quien se acercó a las barandas de aquella cárcel del sotano, se sentó esbelto sobre la silla.

—Después de tantos años aún tienes el descaro de verme de esa manera, señor Park.

Aquel tipo mostró sus colmillos de forma amenazante, el Duque sonrió gustoso. Hace 5 años que había sido la guerra interna de los cazadores hacía los quirópteros, sintió que el tipo había muerto demasiado rápido y no le iba dar el gusto de irse, consideraba que tenía cosas que pagar, como el ataque al pueblo de Santé y ser sentenciado por haber convertido a humanos en néofitos incontrolables, usando como experimentos a un híbrido.

Así que antes de pasar las 24 horas, mordió a ese tipo y lo transformó, después de haber hecho justicia y ser considerado inocente de aquel ataque, decidió torturar al impuro hasta que se aburriera. Por lo que cada día llegaba a romper algún hueso de su cuerpo o amputarle alguna mano, pie, dedo. Al ser un impuro se podía regenerar y así volver hacer el mismo ciclo.

—Maldito—gruñó aquel hombre.

—Te lo dije...ese día habrás deseado haber muerto—setenció aquel Duque que se cruzó de piernas y acomodó sus manos sobre su rodilla—¿Qué se siente convertirte en lo que más odias, antiguo cazador Park?

El tipo por supuesto había tratado de matarse sin exito alguno, ya que había una vigilante que impedía que se volara la cabeza. Además, Jeon Jungkook ahora era su amo y si rompía o no acataba una orden de él, su esclavo sufriría de un dolor por varias horas al negarse.

—¡Ya matame, hazlo!—gritó desesperado aquel hombre.

Jungkook hizo un leve movimiento con su dedo, el brazo de aquel hombre se retorció y pegó un grito desgarrador del dolor al sentir el hueso de su brazo romperse, sus labios estaban llenos de mordedura al tener varios ataques de ansiedad que solía obtener ante la desesperación.

—La muerte sería demasiado honor para alguien como tú—comentó con una sonrisa ladina Jeon Jungkook e hizo un leve movimiento con su cabeza, el tipo soltó otro grito cuatro sintió los huesos de sus cosquitllas fracturarses.

Jeon Jungkook trataba de no darle en sus sinos vitales, cerebro y corazón. Por eso podía torturar gustoso a ese hombre.

La puerta de aquel lugar fue tocada, el vampiro se giró, viendo a Mijoo que se hincó con respeto y le ofreció una leve sonrisa.

—Mi señor, es hora del almuerzo. Su familia lo esta esperando.

Jungkook agradeció al ser informado, se levantó y limpió sus manos, miró al tipo.

Hincate.

El señor Park sintió una fuerte presión en su cuerpo y cayó hincado, escupió sangre y su cuerpo se paralizó, ese tipo tenía total control sobre él. Mijoo miró al prisionero sin ninguna pizca de simpatía o lástima alguna, sabía que su amo poseía total control sobre las demás vampiras; pero jamás había usado su voz de dominancia sobre ellas, por lo que había escuchado, era muy doloroso recibir una orden en mando.

Jungkook suspiró y empezó a subir las escaleras ya que era la hora del almuerzo y no podía faltar a ninguna de las comidas con su familia, era su momento especial.



Yoongi tocó su vientre, llevaba 9 meses de embarazo. La puerta del comedor se abrió y una gran sonrisa se transformó en su rostro, sus dos mellizos de cinco años fueron los primeros en entrar y al ver a su papi corrieron a gran velocidad hasta abrazarlo.

Kookgi|| SantéOn viuen les histories. Descobreix ara