Kookgi|| Santé

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Yoongi contempló desde la ventana de su cuarto a las vigilantes que se mantenían a lo lejos, paradas sobre las ramas de los árboles. El joven se giró viendo a sus hijos que dormían sobre la cuna, preocupado se sentó sobre la cama, juntó sus manos y alzó el rostro muy pensativo.

Kim Seokjin había llegado a la mansión un día después de haber sido el ataque a su hogar, había logrado salir salvo de aquella situación. Sabía que con aquel vampiro, el Duque tendría más poder y ayudar para defenderse a la hora del ataque. Si no hubiera mandado a Lee Jong Suk a disminuir las fuerzas del gremio de cazadores, el conde Jin no hubiera salido victorioso, debido a que en la novela se comentó que había sido atacado sin previo aviso y que murió tres semanas después de su hermana.

Por lo menos había salvado la vida de ese tipo. Se sentía aliviado, pero no podía estar del todo satisfecho porque el miedo de perder a Jeon Jungkook eran más fuertes.

La puerta de su cuarto sonó, el híbrido se levantó de su cama y se dirigió abrir la puerta, al hacerlo pudo ver a la escritora que le sonrió y extendió unos platos con postres.

—¿Puedo entrar?

—Ah...si—afirmó Yoongi que se hizo a un lado. La escritora se dirigió a la segunda puerta que era una pequeña sala y comedor, donde pasaba Yoongi sus tarde de té. Él la siguió en silencio y se detuvo en el marco de la puerta—. Mañana es el tercer día del invierno, el más frio. Sabes lo que significa—ella suspiró y Yoongi se dirigió a sentarse con sus brazos cruzados.

—Lo sé. Pero creo que ya hemos avanzado ¿no? el Conde Kim Seokjin no ha muerto, el antiguo cazador Jong Suk está vivo y mi personaje que era un extra, está aquí vivo. Incluyendote. Mira ahora tienes unos lindos mellizos. Tenemos fuerzas Min Yoongi para poder seguir vivos.

—Lo sé. Se que no tengo que pensar en eso, solo que el miedo no me deja ser racional.

La escritora agarró una dona y le dio una mordida, notando el rostro pesadumbre de su amigo.

—Relajate ¡Recuerda que tengo el poder del guión!—rió esplendida poniendo una mano sobre su corazón e hinchando el pecho con orgullo.

—¿Lo dice a quien casi le mata una bala?—rió con ironía el ajeno, tomó una dona y empezó a comerla con muchas ganas, llenando su mejillas de aquel manjar.

—Solo te quería levantar los animos—dijo quejosa y masticó con mas rabia la dona.

En eso escuharon unos pasos, apareciendo Jeon Jungkook y Kim Seokjin, Boyoung y Yoongi les contemplaron, con sus mejillas cargadas de comida y en la comisura de sus labios tenían chocolate. Ambos vampiros suspiraron por la escena.

—Joven Min—llamó Jungkook que se acercó a su pareja, sacó su pañuelo del bolsillo de su traje y le limpió con cuidado, Yoongi tragó con un poco de dificultad y le miró con ojos brillosos—, debe tener cuidado al comer, puede atragantarse. Han llegado noticias, el grupo de gremio de cazadores piensan atacar mañana, asi que tiene que irse hoy con nuestros hijos.

—Ya le dije que no pienso dejarlo aquí.

BoYoung al ver como Jungkook terminó de limpiarle la boca a Yoongi, se embarró con disimulo más chocolate en la comisura de sus labios y miró a Kim Seokjin con una gran sonrisa, esperando que aquel vampiro también actuara de la misma forma. El Conde le miró con cierto asco y le tiró a la mesa su pañuelo.

—Limpiate, adicta—dijo con vos seca y puso ambas manos sobre la espalda.

La escritoria abrió y cerró la boca. Un tanto molesta tomó el pañuelo y se limpió con furia en los labios, ensuciando toda aquella tela, lo extendió y sonrió de forma forzada.