Kookgi|| Santé

[09]

El día del té había llegado, Min Yoongi se levantó con las mejores ganas, era su oportunidad para hacer amigos en la sociedad, desde que había llegado solo conocía a Sejeong, Mijoo, el mayordomo, la ama de llaves, la otra amante y el Duque. Su circulo social, lo consideraba muy limitado.

Mientras esperaba sentado en la esquina de la cama, tarareaba una canción y movía sus pies de forma insensate, esperando la ropa que su doncella elegiría para él. La puerta del cuarto se abrió, apareciendo Jeon Jungkook, vestido de negro de pies a cabeza, el omega al ver aquella ropa, se estremeció.

—Joven Min—llamó Jungkook mientras acomodaba sus manos tras la espalda, presionando sus dedos en sí.

—Buenos dias, Duque—respondió Yoongi con sumo respeto y fingiendo tranquilidad, aunque por dentro era diferente: "¡Hola papi, que buenas ojos dias tienes ¿Vienes a hacerme cositas? ¡Tomame, soy todo tuyo!"—¿Qué le trae a estas horas de la mañana a mi cuarto?

—Hoy es el día de tu té...ten—dijo sacando una caja del bolsillo de su saco y lo extendió sin ver al humano, al darse cuenta que Yoongi no parecía tomarlo o reaccionar, sacudió su mano y tosió—¿Acaso quiere que se me duerma el brazo?

—¿Es para mí? ¡Oh!—Yoongi agarró aquella caja de terciopelo y la abrió, sus cejas se enarcar al ver unos hermosos aritos de plata, alargados que tenían pequeños diamantes incrustados, el humano se sorprendio y alzó aquel objeto.

—Vi que tenía perforaciones, puede usarlos para la fiesta que tiene hoy.

—¡Justo a tiempo, mi señor no tenía argollas para decorar su vestimenta! estoy seguro que con eso impresionará a las demás jovenes.

Jungkook tosió y le hizo un gesto a la doncella, la cual al entender, dejó la vestimenta ya elegida sobre una silla que formaba parte del pequeño comedor que había en el cuarto y en silencio se retiró del cuarto. Yoongi apenas estaba viendo aquellas joyas cuando dos manos lo tomaron de sus tobillos y lo arrastraron, soltando un leve grito.

—Gracias, Duque-...¿Qué hace?

—Necesito hacerte una revisión—ordenó. Se dirigió a la silla que se mantenía en la esquina de aquel cuarto e hizo un gesto con sus manos para que aquel omega se acercara.Yoongi se fue acercando y se puso enfrente, aunque un poco alejado—. Acercate y desnudate.

Yoongi apretó los labios: "¡Ay, si me vino a hacer cositas! ¡Controlate, no eres un animal en celo!"

El mayor empezó a desprender su bata con cuidado y la dejó caer sobre su lisa piel hasta que quedó en el suelo, Jungkook solo se mantenía mirando con sus ojos rojos. Yoongi, con sumo nervios, se desprendió de su short bajo y ropa interior hasta quedar en completa desnudez, avergonzado cubrió su parte intima; pero la mano del vampiro la quitó con cuidado. El quiróptero mordió el dedo indice y con su boca desprendió el guante negro de su mano hasta tomarlo con la otra y dejarlo sobre los brazos de la silla, rodeó con su mano desnuda la cintura de Min Yoongi y se abrió de piernas, para acercarlo más a él.

Sus dedos pasaron desde el cuello de aquel humano, haciendo un camino hasta llegar a las costillas y seguir bajando, presionando sobre el vientre ajeno.

—Aún estás delgado, ordenaré que te den más comida, puedo sentir aún tus huesos.Debes engordar más.

—Si, Duque—musitó Yoongi bajando la cabeza: "¿¡Acaso piensas rellenarme como pavo de navidad?!"—¿Por qué quiere que suba de peso?

—¿No es lógico?—interrogó y presionó su dedo sobre el vientre blando de Min Yoongi—. Debes tener fuerzas porque engendrarás a mis hijos.

Yoongi entonces recordó que para el Duque, las amantes que tenía, eran solo como concubinas para tener sus hijos, a él no le interaban las personas que poseía como parejas, solo deseaba dejar su linaje. Aún sabiendo eso, Yoongi se sentía un tanto orgulloso si daba el hijo de aquel vampiro.