5. |Consecuencias|

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Capítulo 5

Consecuencias

26 de Marzo

Respiro profundo y hago una mueca al sentir el ardor del leve contacto de Alexander  cuando roza mi mano. Es muy atento, no se ha movido de aquí, incluso cuando sus compañeros se encuentran cuchicheando en las esquinas y diciendo cuanta cosa se les ocurra.

Sin embargo, debo reconocer que me sorprende un poco que permanezca a mi lado; su amigo es el perro rabioso de Adrien, no yo.

—Tranquila, iré por el botiquín y traeré algunas pomadas. Debe haber algo que te ayude a reducir la hinchazón. — asegura y suelta un suspiro—. Nueva vez, disculpa lo de Adrien... No sé qué le pasó. Nunca había actuado de esa forma, entiendo que tiene carácter, pero jamás había lastimado a una mujer.

Aprieto mis labios en una fina línea y asiento en "compresión". Solo lo hago para que no se siga sintiendo mal. Es más que obvio que tiene un gran corazón y por tal motivo, no puede ver la gravedad del asunto. Mentiría si digo que todo lo que él me dijo no me hirió. ¡Claro que lo hizo! No soy de barro, me dolieron sus palabras mal intencionadas y con tantas púas que arremetieron contra mi corazón. El muy canalla ni siquiera se midió.

Mi mamá siempre decía que no debía darle importancia a lo que no tenía, pero lo que ella nunca supo o no analizó, es que hay palabras que por más que quieras ignorar... Lastiman de una forma increíble, incluso cuando esa persona no tiene ningún valor para ti.

— Está bien — le contesto con resignación, y el castaño se retira. Me paro de donde estaba y camino a la barra. Necesito un trago. Muy rara vez tomo, no me gusta hacerlo, sin embargo, esto lo amerita.

De un sorbo, me tomo el vodka y éste arde en mi garganta. Mierda. Intento no toser para no quedar en ridículo, pero no puedo evitarlo y comienzo a carraspear y a tragar con dificultad. El bartender me mira de forma extraña y para no perder mi poco orgullo, le fulmino y me cruzo de brazos, acto que debo deshacer rápidamente, pues la simple fricción me causa escalofríos.

Espero lo más paciente que puedo, a que Alexander llegue, y así poder curarme esto. Realmente me escuece mucho, no pensé que Adrien fuera tan brusco y que su arranque me hubiese dejado tan mal.

Muerdo mi labio inferior porque sé que Liam se enojará muchísimo cuando vea esto, y sobre todo, insistirá en que deje el trabajo. No quiero pelear más con él, no obstante, debo darle la razón en que la situación se salió de control. Nunca creí que saldría perjudicada de forma física.

—Aquí está — murmura el castaño y doy un brinco en mi asiento.

Hago una mueca y dejo que sus delicadas manos envuelvan mis muñecas, mientras hago todo lo posible para evitar que las lágrimas transcurran por mi dorada piel.

— Gracias—  susurro cuando termina.
—No es nada. — Sonríe con dulzura.

Al traspasar unos minutos, Paul sale de su oficina y me hace sentar en el área VIP. Luce bastante preocupado y acongojado, eso me da un indicio de por donde irá la conversación. Desde que ocurrió el incidente con el chico de ojos grises, se encerró y no salió más. Creo que se estaba conteniendo por no golpear al causante de todo mi sufrimiento. A decir verdad, me hubiese gustado que le dieran su merecido... Solo para que aprenda a meterse con alguien de su tamaño y de su jodido género.

— Madison, sé que estuvo muy mal lo que hizo Adrien y que quizás después de esto quieras salirte del trabajo... Si lo haces, lo entenderé.  — Respira profundo y sostiene mis manos con una delicadeza que me extraña —. A pesar dé, te pido que lo pienses. En el poco tiempo que llevas aquí te has ganado la amistad de Marie, Alexander y la mía, acontecimiento que debo agregar, me fascina. La antigua bailarina le caía pésimo a todos, incluyéndolo a él.

Save Him ® Secretos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora