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—Entonces... nos conocemos desde hace mucho ¿verdad?

—Exacto —respondió Izuku.

—Eras la favorita de Mirko —añadió Kirishima con una sonrisa más tranquila que antes.

—Solíamos ir de compras juntas —se sumó Mina con un gesto más alegre, casi emocionado por lo que llegué a ver.

—Pero...

Me cuestioné tanto y nada a la vez, permaneciendo en mi cómodo asiento mientras mi vista se perdía en el vasto océano debajo de la aeronave que nos llevaba a nuestro próximo destino: Italia. Desde esa mañana que desperté y Shoto me soltó la gran noticia de que mi vida y lo que conocía había sido una maldita mentira que la LEO* creó en mí, no paraba de tener contantes recuerdos y momentos llenos de confusión que me provocaban dolores de cabeza.

Todo fue tan repentino, incluso llegué a pellizcarme varias veces creyendo que era un jodido sueño y que despertaría tan pronto en el pequeño departamento que tenía en Nueva York, a punto de irme a trabajar; y seguro que le llamaría a mamá preguntando por mi abuela o algo parecido..., pero desperté en aquel asiendo lleno de comodidad y con una gran vista al continente europeo sin saber dónde estaba exactamente.

—¿... qué fue lo que pasó? —pregunté sintiendo una extraña melancolía, y cuando menos lo esperé las lágrimas recorrían mis mejillas— ¿Qué sucedió conmigo? ¿Por qué me fui?

Los gestos entristecidos de todos me miraron sin saber qué decir o cómo iniciar la historia que respondería esas dos preguntas que me provocaban tristeza. Mi diestra acudió a mi mejilla deseando limpiar el rastro húmedo que una gota salina había dejado a su paso y me sorprendí al experimentar una gran desesperación por lo que pasó en el pasado.

—Aquella fue la misión más importante que creíamos tener —inició Momo mirando su regazo—. Detendríamos a la LEO aquella noche, pero jamás imaginamos que su líder era un hombre muy astuto...

Aquella noche todos teníamos un rol muy importante que cumplir. Sin embargo, no contábamos con que él estuviera un paso más adelante que nosotros: acabar con la persona que cuidaba nuestras espaldas. Tú eras una tiradora de élite que surcaba los altos edificios de las ciudades a las que íbamos o te mezclabas con el ambiente que te rodeaba, asegurando cada una de nuestras victorias.

Pero, aquella noche, el enemigo logró sorprenderte y perdimos comunicación contigo. Con ello, la misión fue un fracaso y perdimos a tantos agentes, aunque detuvimos a muchos enemigos en el intento. Mirko fue una de las más afectadas y fue removida al campo de entrenamientos tiempo después.

Todos quedamos atónitos cuando no te vimos llegar al punto de reunión acordado esa vez y no podríamos olvidar la aterradora imagen del lugar donde fuiste atacada..., la misma habitación en la que te Shoto fue el único en tener el valor y hacer a un lado sus emociones para retenerte y extraer el rastreador que intuimos que tenías.

Y como bien lo sabrás ahora, Katsuki fue el primero en hallarte con vida después de tres años, aunque tardó uno más en traerte con nosotros.

Eso, fue lo único que pude captar de ella, pues mis ojos se perdieron en el movimiento de sus labios sin terminar de creer lo que salía de ellos. En ese momento creí entender parte de la conversación que tuve con Mirko y Katsuki en uno de esos días que entrené con aquella mujer. Y que la respuesta que di aquella vez había calado tanto al rubio por saber quién era yo...

Sin embargo, me vi viajando en el pasado de mis verdaderos recuerdos, recordando aquella imagen que tuve un par de noches atrás cuando vagaba con Bakugo por las calles de Paris. Era más nítida y era él la persona que tenía delante de mí, lo que también me decía que no era la primera vez que estaba en Francia. Todo indicaba que la ciudad del amor había sido la última ciudad en la que estuve antes de ser secuestrada por la LEO, pero por más que quisiera encontrar una respuesta por mi cuenta, los dolores de cabeza que experimentaba me impedían ir más allá de lo que deseaba, preocupando a las personas a mi alrededor..., a los que no sabía si debía considerar mis amigos.

Era tan difícil querer darles aquel papel tras recuperar parte de mis recuerdos de lo que antes fui, pero saber que estuve, al menos, cuatro años lejos de ellos creyendo que tenía toda una vida en Nueva York, me ponía en duda. La sensación de verlos como unos completos desconocidos entraba en conflicto con saber que eran mis amigos en el pasado.

—No te esfuerces demasiado —solicitó Momo desde su sitio—. Por favor, no te hagas más daño.

—Lo siento —me limité a decir y decidí regresar mi vista a la ventana, apreciando el ocaso que se cernía sobre la aeronave por más alto que volara.

Izuku estimaba que nuestra llegada sería por la noche, lo que nos daba la mínima oportunidad de tomarnos un respiro antes de ir en búsqueda de Katsuki. Y debía admitir que mis emociones del pasado se mezclaban con las que comenzaba a experimentar cuando no sabía mi realidad. Él era un joven apuesto, atlético... de esos que llaman tu atención apenas los ves. Me atraía y por ratos llegué a creerme el estúpido papel de ser su esposa. Una duda que no quería preguntar y no sabía la razón.

—Deberías descansar, Ryo —sugirió Mina y me sorprendió el apodo que empleó para llamarme. Lo notó—. Perdona... así te llamaba en el pasado.

—Descuida... —le regalé una pequeña sonrisa de boca cerrada.

—¿Recuerdas algo de nosotros? —cuestionó Denki con una sonrisa apenada, como si desafiara a los demás al cuestionarme aquello, pero siendo el único que se atrevía a preguntar algo querían saber.

Y, la verdad, es que hasta ese momento un montón de destellos llegaron a mi cabeza. Siendo un día que desconocía, pero que podría decir era mi primera vez formando parte de aquella agencia de espías.

Estaba desorientada, mirando de un lado a otro viendo a tantas personas pasar a mi alrededor sabiendo lo que tenían que hacer o a dónde irían. Estaba nerviosa, pero decidida a forma parte de ese lugar, y quizá eso me ayudó a encontrarme con ellos, a tener la suerte de chocar con... ¿Katsuki? si, fue él, porque nadie más me hablaría golpeado diciendo que me fijara por dónde iba; Kirishima sería el chico que le diría que se tranquilizara; Denki me sonreiría coquetamente; Sero ocultaría la gracia que le causó la reacción de Bakugo y Mina me tomaría de las manos preguntándome si necesitaba ayuda.

Luego de eso, Izuku, torpe y tímidamente, se presentaría como mi nuevo guía, el chico que me mostraría todo lo necesario para formar parte de la Unica Agencia de Espionaje... vaya, ese es el nombre del lugar donde solía trabajar. Y me llevaría por tantos sitios en los que creería que me perdería. Momo aparecería repentinamente y se presentaría. Shoto llegaría después y me saludaría con un gesto imperturbable que me haría creer que no le agradaría, aunque tiempo después lo consideraría un buen amigo y compañero. Más tarde conocería el infierno con Mirko...

Si, ese, seguro, fue mi primer día ahí.

Luego supe que no olvidaría más días importantes para mí y otros que no hubiera deseado recordar; sin embargo, tal vez si no me hubiera acordado de ello, a mi mente jamás hubiese llegado aquel día.

—Creo que recuerdo el día en que los conocí —respondí tímida.

Y las sonrisas en sus rostros se dibujaron, como si la esperanza hubiera llegado en el último momento.

—Yo recuerdo muy bien ese día —alardeó Denki señalándose con su pulgar—. Yo te guie por toda la agencia.

—¿De qué hablas? —carcajeó Sero—. Solo querías coquetear con ella.

Sentí que había regresado...

—Ninguno de ustedes hizo algo por ella —reclamó Mina—. Yo fui la única que la ayudó.

... que estaba en casa.

—Yo fui quien le mostró la Agencia —intervino Izuku.

Aunque...

—Tranquilos, recuerden que Ryoko debe descansar —habló Momo queriendo poner el orden.

Al mirar a todos lados, supe que algo faltaba, que, aunque mis recuerdos no regresaran completamente o fueran todos, ese algo no me dejaría estar completa.


Aquel día, el día en que fui secuestrada, Katsuki, antes de irse, inesperadamente, hizo algo que yo nunca hubiera imaginado.


*LEO: Liga de Espionaje Oscura. EL nombre me salió de pura mamada, lo juro.

OCT252022

Agente 001: Dynamight [Katsuki Bakugō] Where stories live. Discover now