Capitulo 29

599 47 4
                                    

______

Semanas después...

Ahí nos encontrábamos. En el portal de cada quien a su propio reino. Estábamos a punto de volver a separarnos, por la naturaleza misma. Me sentía nerviosa, después de tanto tiempo volvería a mi hogar, donde había crecido durante mis 20 años de vida. Por un lado, estaba feliz, porque volvería, y por otro lado me atormentaba la idea de volver a separarme de Guillermo y ver, que mi madre por una espantosa razón, ya no estaba. Sentía deseos de poder quedarme para toda la vida en el Lugar Sagrado, junto a mis amigos; junto a Guillermo.

Zoe estaba apoyada en mi hombro y Andrew estaba sentado sobre un tronco torcido al lado de los portales, mientras que Guillermo mantenía mi mano abrazada a la suya, aprisionándola con algo de fuerza. Nos miramos al mismo tiempo y sonreímos.

Volveríamos a decir Adiós.

-Bueno... A llegado la hora.

-De volver con los nuestros.

-¿Estarás bien?

-Claro que si, es mi reino-le regale un guiño-yo se controlar las situaciones.

Estare bien porque estaré donde pertenezco, pero no significa que, aunque esté en mi hogar vaya a estar seguramente bien. Lo necesitaba, como el me necesitaba a mi. El era mi otra mitad, y no dejaría que volviera a desaparecer para tener que volver a buscarla. Aunque irónicamente, al principio, no estaba interesada en ese tema. Fue mas una coincidencia que una búsqueda.

-¿Lista?-di un ultimo apretón.

-Muy lista.

-Recuerda, cada dos días nos encontraremos aquí a antes del atardecer, ¿si?

-De acuerdo.

Acordamos tiempo atrás que nos visitaríamos cada dos días poniendo de motivo a nuestros padres, porque obviamente no nos dejarían vernos, haciendo así, que cada encuentro sea un secreto.

Cada quien fue frente a su puerta y por ultima vez, nos miramos para luego darme cuenta de que ya no estaba en aquel hermoso, lugar, sino dentro de mi precioso reino; mi hogar.

Pase de largo entre la leve selva quitando malezas y lianas que se interponían en mi camino, sintiendo luego un ardor en mis dedo anular. Una gota de sangre brotó de esa delgada abertura para luego llevar mi dedo a mi boca y limpiar la sangre con mi lengua. Deje soltar un gesto de molestia y seguí caminando.

Al salir de la oscura selva, mi cuerpo se estremeció al sentir el clima frío de nuevo manifestarse en mi piel. Casi no lo recordaba, tal vez porque ya estaba algo acostumbrada al clima cálido del Lugar sagrado.

-¿Princesa guerrera? ¿Es usted?- se escucho cerca. Voltee y vi a un campesino con un rastrillo de cultivo y con prendas polvorosas.

-Buenos días-salude cortés.

-¡Ha vuelto, por fin ha vuelto!-exclamo alegremente-no sabe lo preocupado que está el reino, y también su padre, ¡pensamos que había muerto, princesa!

Bueno, eso no era lo que esperaba escuchar.

-Pues ya viste que estoy mas que viva-sonreí-Y dime, ¿algún suceso importante que me haya perdido?

-Oh princesa, los cuatro reyes de los cuatro reinos han venido, a excepción de uno, que, simplemente se rehusó a venir por cuestiones... Asuntos de su padre y el rey de fuego.

¿El rey de fuego? Osea que el padre de Guillermo, se negó a venir. Interesante. Pero, ¿porque?

-¿Sabe el porque se rehuso?-suspiro y me miro inconforme.

Elementos diferentes, sentimientos iguales (Willyrex y tu)Where stories live. Discover now