Elementos diferentes, sentimientos iguales (Willyrex y tu)

Capitulo 17 (1)

La inmortalidad... que nombre tan poderoso y a la vez tan peligroso...

Tan poderoso como sus beneficios

Y tan peligroso como sus consecuencias.

Algunos darían lo que fuera por obtener tan sádico hechizo, que conllevan a algunos a la osadía, locura y sobre todo a la oscuridad...

Que tontería, ¿no? como personas se dejan llevar por el deseo, por la tentación, creyendo en que podrás ganarlo, pero lo único que obtienes

es todo lo contrario...

Los caballeros son la imagen y semejanza de la esperanza, lealtad y valentía. Su representación era llevar puesta su armadura color dorado y siempre llevar la frente en alto.

Todos admiraban a los caballeros que protegían el pueblo al que tanto amaban, personas querían ser como ellos, mujeres suspiraban por ellos y niños los admiraban ya que los consideraban una especie de superhéroes. Los consideraban la salvación contra la maldad que nunca dejaba de ejercer en el reino.

Joshua, el líder de los 3 caballeros, algo arrogante pero su valentía daba todo a entender. Jason, el mas ágil y dependiente, con un buen carácter y demasiado humilde. Y por ultimo, Joel, el mas pequeño de los tres, el mas leal y el mas confiado. Él era el que mas confiaba en las personas, el mas inocente, lo cual para Eregon escuchar semejante cosa, era musica para sus oídos.

Eregon... el hechicero mas temido, mas alabado por algunos que se han sometido a ser su ayudante, o como mas bien él les llama ''Esclavos''. El siempre a deseado con conquistar las tierras de todo el reino, las praderas, los campos, todo. Era el alma mas despreciable, había cometido asesinatos a sangre fría, pero gracias a Joshua y a Jason, fue desterrado junto con su pequeño bando de súbditos.

Para Joel, el tema de la inmortalidad era tan sumamente interesante ¿Vivir para siempre? Vaya suerte... pensaba Joel. Pero la experiencia es lo que cuenta, la curiosidad en algunos casos es algo dañina, tanto que podría hacerte delirar hasta llegar a un punto donde la curiosidad se vuelve algo oscuro... algo extremadamente peligroso.

Un día, Joel vigilaba a los campesinos del lado norte, veía pasar a los granjeros y agricultores con sumo cuidado ya que en cualquier momento, no faltaría la mala suerte en donde un pequeño bache los hiciera tropezar y que todos sus cultivos, en los cuales trabajaban día y noche, se fueran al diablo en un abrir y cerrar de ojos.

Él los vigilaba en la parte mas alta de la catedral, en algunos momentos, sintió pequeñas oleadas de viento frío chocar contra su cuerpo, pero simplemente pensó que sería por la altura, aunque lo que mas le llamo la atención, fue un olor peculiar... un olor a trapo viejo y hierbas, hasta sentir una extraña sensacion en la espalda, recorriendo toda su espina dorsal. Dio media vuelta, encontrándose a un hombre encapuchado vestido con una bata negra y acompañado con pequeños detalles grises, mientras que un cinturón de piel rodeaba la cintura de aquel hombre con aspecto tan sumamente extraño. El caballero inmediatamente saco su espada de mármol y la coloco entre aquel hombre y él. Sin expresión alguna, Eregon se acerco a Joel, quien se encontraba en guardia por la desconfianza que aquel hombre proyectaba, se acerco al joven caballero mientras que él retrocedía con algo de miedo de aquel desconocido que sin razón alguna, proyectaba vibras extrañas.

Eregon era un demonio... Lo peor dentro del cuerpo de un anciano que antes vivía en armonía con su esposa e hijo pequeño, quienes fueron asesinados por él mismo, pues ya se encontraba poseído por Eregon.

Él decía ser un hechicero y que su trabajo era ayudar a las personas a cambio de algunas cosas que el pedía. Claro... ¿ayudar? gran desperdicio de tiempo, según Eregon. Él conocía los deseos de Joel, sus ambiciones, sus defectos, todo. Pues siempre vigilaba a cada uno de los caballeros, para saber quien era el mas puro de los tres y así, poner en marcha su plan.