Capitulo 31

584 49 7
                                    

_______

Con mucho sigilo, entré por las puertas traseras del castillo, tratando de no hacer mucho ruido, hasta subir por las escaleras y adentrarme a mi habitación, pero justo antes de hacerlo, para mi muy mala suerte, el sonido de mi padre carraspeando su garganta hizo pararme en seco. Estaba frita y seguro tendríamos una muy buena charla.

-Buenos días, hija, ¿dormiste bien anoche?-me di media vuelta tragando saliva con dificultad para luego asentir y sonreír. Tal vez no se dio cuenta, o tal vez estaba tratando de actuar como si nada hubiera pasado, lo que siempre hacen.

-De maravilla-conteste. Y la verdad es que si, ayer había sido la noche mas espectacular que alguna vez haya vivido, porque me había entregado en cuerpo y alma al hombre que mas amaba a este mundo. También amaba a mi padre, claro estaba, pero yo creo que en estos momentos y en los que no estuve anoche, no me ama como yo creo que lo hacía ayer.

Me miró entrecerrando los ojos, mirando directo a los míos, tratando de hacerme sacar la verdad con esa mirada de acusadora que podía hacerte decir mas que la verdad, podía sacarte hasta el mas mínimo secreto que tuvieras, y lo se porque lo ha hecho conmigo muchas veces, lo cual llegaba a molestarme porque conseguía declaraciones de mí que ni yo me acordaba de haber dicho.

También me han dicho que había sacado los ojos de mi padre, lo cual es un tanto extraño ya que normalmente los ojos se heredan por parte de una madre, pero conmigo es un caso diferente, yo saque todo de mi madre pero mis ojos, eran como los de papá.

--¿Y bien? ¿No me dirás a donde fuiste o con quien te quedaste anoche?

¿Ahora que caso tenia mentir si ya sabe algo de la verdad? Tal vez mentiría un poco sobre lo que paso anoche, pero de una u otra manera debía encubrirme.

--Solo salí a pasear, nada grave.

--¿No me dirás con quien estuviste?--interrogo alzando una ceja.

--Todo el tiempo estuve sola, no te preocupes.

Durante los siguientes 10 segundos solo se enfocó en observarme como analizando cada una de mis palabras, tratando de encontrar la mentira en ellas, lo que siempre hacía, por ello me tenia aterrada porque en cualquier momento se daría cuenta de que le estaba mintiendo.

--Tal vez yo no sea la persona indicada para decirte este tipo de cosas, ya que solo se dan entre mujeres estos temas pero... ¿Estuviste con un chico anoche?--¿Como mierdas hace eso? ¡Siempre logra salirse con la suya con solo mirarme! Debería de saber su secreto, aunque yo misma debería averiguar si yo nací con su mismo don--¿Y?

-¿Y...?

-¿Como se llama el chico?

-Esteban-musite con precipitación. Fue el primer nombre que se me vino a la mente, porque si decía el nombre de Guillermo, sabría con facilidad de quien se trataría.

De nuevo, se quedo callado.

-Bien, me encantaría conocer a ese tal Esteban, tal vez podrías traerlo a merendar algún día, debo conocerlo para saber con quien andará mi hija-formuló una sonrisa burlona al terminar aquello y sentí como un calor extraño subía por mis mejillas.

-¡Papá!-el rió y se fue, dejándome con las ganas de, supuestamente, regañarlo.

(...)

Faltaban dos días para volver a ver a Guillermo, lo cual me daba el tiempo de rehacer algunas cosas que había dejado un tiempo atrás; como entrenar. Sentía que mi cuerpo estaba perdiendo un poco la habilidad de pelear al igual que la agilidad, por eso me propuse ir a los campos traseros de entrenamiento para recuperar mis fuerzas.

Elementos diferentes, sentimientos iguales (Willyrex y tu)Where stories live. Discover now