No scars to your Beautiful ; Bang Chan.

[ nineteen ]

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— ¿Eres Hwang Su Ah, verdad? — Ni siquiera ocultó la sorpresa que aquello me provocó. Sin embargo, lo que pregunta después me deja atónita. — ¿La novia de Yang Jeong In? — una sonrisa torcida se expande en sus labios con malicia, sus redondos ojos me miran con una pizca de curiosidad, pero por alguna razón, había algo en el que me causaba escalofríos. Tal vez en su expresión parecida a la de un psicopáta.

— T-te equivocas, y-yo no...— diablos, estaba demasiado nerviosa para formar una oración y él estaba consciente de ello, parecía disfrutarlo incluso. — ¡Pero claro que lo eres! Por ti es que Jeongin terminó con Bae Yoo Na. — Hablaba con demasiada tranquilidad y seguridad, me miraba de manera incisiva con una sonrisa burlesca, mientras se mantenía en la misma posición. Una pequeña gota de sudor resbaló por su frente por el esfuerzo de mantener sus brazos elevados, pero sus facciones se mantenía completamente relajadas.

«¿Quien es él?»

— Él y yo solo somos amigos. — Respondo a sus acusaciones con el ceño fruncido e intentó ponerme de pie, sintiéndome insultada e incriminada de manera injusta. A este punto, me importaba poco si su maestro nos atrapaba, pero para mí mala suerte, aquella acción solo quedó en un simple intento, pues él había atrapado mi muñeca con una de sus manos y posteriormente tirado de ella, haciéndome caer sobre mis rodillas crudamente.

Cierro mis ojos ante el golpe y maldigo cuando el dolor se dispersa. «Maldito loco.» Lo miró cuestionando sus acciones y recuperó mi brazo de un tirón, él volvió a elevar su brazo, volviendo a su posición de penitencia y me miró riendo. — Puede que tengas una carita inocente, pero a puesto a que eres una maldita zorra. Debes coger bastante bien para que Yang terminará a una preciosura como lo es Yoona, por una chica tan común y corriente como tú. — en el momento que me insulta, su mano vuelve a bajar y esta vez recorre mi muslo hasta introducirse bajo mi falda.

Mis manos sostienen velozmente, casi como un reflejo, sus movimientos y aparto su mano de mi cuerpo con pánico, me pongo de pie y lo miró con colera y miedo mezclados; ¿Que rayos ocurría por su cabeza?

Estaba por gritarle y pedirle una explicación, pero mi voz se había quedado atorada en mi garganta; la mirada del chico barrió mi cuerpo de una manera en la que me hizo sentir sucia, una sonrisa burlesca se dibujó en sus labios mientras me guiñaba un ojo. Ni siquiera lo conocía, pero él parecía sólo saber mi nombre y llenarlo de desagradables falacias, estaba demasiado afectada por sus palabras; la respiración se había atorado en mi pecho, sentía un nudo en la garganta y las lágrimas comenzaban a empapar mis mejillas con gran velocidad.

Quería huir, esconderme, llorar.... pero justo antes de que pudiera llevar acabo mis pensamientos, alguien impacta su pie contra el abdomen del chico, haciendo que se retorciera y tosiera por el impacto del duro golpe. — No vuelvas a ponerle tus asquerosas manos encima, ¿Entiendes? — Gruñó con su voz gruesa, mirándolo con ojos llenos de rabia. Él dejó un golpe más, pero esta vez con su puño limpio, para después tomar mi muñeca y prácticamente arrastrarme hasta la cafetería, mientras mis pies se enredaban entre sí por la velocidad a la que era obligada avanzar, entre mis pestañas empapadas podía ver la delgada y tensa espalda de Felix, su cabello estaba revuelto y los nudillos de su mano blanquecinos debido a la fuerza aplicada.