[ three ]

751 60 30
                                    


[🍼]

*Ding dong*

— Suah, ¿Puedes abrir la puerta? Tengo las manos llenas de masa. — A petición de mamá, me bajo de un salto del banco donde me encontraba y camino hacia la puerta principal de mi casa, arrastrando los pies y provocando que mis pantuflas hicieran ruidos al hacer fricción con el suelo.

— ¡Suah, querida! — Apenas abro la puerta, me sobresalto ante el saludo más hipócrita que había escuchado, no podría provenir de más ni menos que de Eunji. Para ser sincera odiaba con ganas la idea de que ella viviera al lado, tenía que verle la cara todos los días durante tres largos años. Al no obtener una respuesta por mi parte, la rubia asoma su cabeza y se cerciora de que no haya nadie cerca, acto seguido, con su palma abierta me empuja lastimando mi pecho. 

Me hago hacia un lado dejándola pasar y llevo una de mis manos a la zona adolorida. — ¿Donde está Hyunjin oppa, idiota?— Suelta bruscamente. — Cariño, ¿Quien era? — Mamá hace su oportuna aparición secando sus manos con su delantal y sonríe por educación. — Oh, Eunji. ¿Qué haces aquí? — Indaga cuidadosamente, forzando una voz dulce, era claro que la chica nunca le había dado buena espina.

— Tía Lin, que lindo verla.— Responde con una voz aún más fingida, sonríe ampliamente y su cabeza casi toca sus rodillas al hacer una exagerada reverencia.

— Srta. Lin.— Corrige en un susurro bastante audible.

— ¿Está Hyunjin? — La irritante chica ignora olímpicamente el comentario de mi madre, haciéndola soltar un pesado suspiro.

— Él...

— ¿Eunji-ah? — Antes de que mamá pudiera responder, mi hermano hace acto de presencia. Baja los escalones de dos en dos y llega a nosotros en un salto. «Claro, por que sus piernas son larguísimas.» — ¿Que haces aquí?

— ¿Por que les extraña verla aquí? Ella prácticamente se la vive en esta casa.— Balbuceo instintivamente y me arrepiento cuando me doy cuenta que lo había hecho demasiado alto. Mamá y Hyunjin ríen por lo bajo, mientras que la rubia sonríe falsamente, mostrando molestia.

— Este jueves cumplo diecisiete y vine a invitarlos a mi fiesta de cumpleaños.— Habla después de un rato, mira a mi hermano y le entrega un curioso sobre de color rosa atado con un listón de brillos plateados. — Será una fiesta de jardín, en mi casa y lleva por temática "la realeza", no como realeza coreana, si no, algo más acertado a las princesas de Disney. Espero que puedan asistir.— Podría caerme muy mal, pero la idea de asistir a esa fiesta me emocionaba, no tenía amigas que me invitaran a eventos de ese tipo. Obviamente, mi única amiga o algo así; Chaewon, jamás daría una fiesta de ese tipo, ella detestaba todo lo relacionado a princesas, mariposas, flores y esas cosas.

— ¿Puedo invitar a Hyewon? — Es lo primero que dice Hyunjin, poniendo instantáneamente una cara de bobo. Sonrío al ver la cara atareada de Eunji, sabia que odiaba la idea de que Hyewon estuviera ahí, pero ella jamás le negaba nada a mi hermano. — ¿Puede venir Chaewon, también? — Pregunto aprovechándome de la situación, la chica me mira entreabriendo los labios sin poder responder, mira a Hyunjin y después a mamá, finalmente sonríe a duras penas.

— Por supuesto.— Responde con los dientes apretados. — Oh, oppa.— Llama a Hyunjin ruborizándose un poco, al obtener la completa atención del susodicho. «Tan obvia» — Puedes traer a Chan oppa también.— Y al escuchar su nombre, una sensación de euforia explotó dentro de mí.

«Tal vez yo también soy demasiado obvia.» Pensé, borre mi sonrisa y me autocontrole.

Más tarde ese día, Eunji no duró mucho tiempo en casa; gracias a los dioses se marchó, ya que tenía varias invitaciones por entregar. Por otro lado, Hyunjin invitó a Chan a casa para comer de los dumplings que mamá había preparado; sinceramente ni siquiera había logrado comer adecuadamente, por la única razón de que mi chico anhelado estaba sentado frente a mí, mirándome con esa sonrisa tan brillante y su hoyuelo tan tierno.

No scars to your Beautiful ; Bang Chan.Where stories live. Discover now