Carrera a la libertad en Rancho Lon Lon

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El Rancho Lon Lon se veía similar a como lo recuerda. Pero siente que no es lo mismo.

No ahora que sabe que el Señor Talón murió. Y que Malon estaba sola, dado que el Señor Ingo parece haber cambiado...

Es decir, en tipo en lo poco que lo conoció, no era amable. Pero malo... no era.

Algo debió pasar.

-Link. – el muchacho pasó a ver a Marín. - ¿Conoces a la Princesa Zelda?

-... Se puede decir. – Link sonrió un poco. – Le hice una promesa que... he tardado 7 años en cumplir. Por eso, me alegra saber que está bien...

-Pocos saben de donde está ella y su madre, la reina. Han pasado 7 años escondidas en los límites del Reino. Buscando una oportunidad para derrocar a Ganondorf.

-¿Y como sabes de eso...?

-Pues... mi padre es un granjero, él ayuda a alimentar a la resistencia. No son muchos, pero a comparación de antes. Mejor que nada.

No sabe si eso es lo correcto para decir en estos momentos. Pero verá que las cosas vayan de otra manera.

-Marin... ¿Crees poder llevarme hasta allá? Si no te molesta...

-Oh, claro. No le veo lo malo. Creo que les vendría bien alguien con tus habilidades. – la chica sonrió. – Ahora, no hables más de ello. No mientras estemos en el rancho. Puede que haya alguien oyendo.

Link asintió, a la vez que...

-Navi, escóndete. Es mejor evitar que llames la atención con gente indeseable.

-Dalo por hecho. – Navi se escondió bajo el sombreo de Link, a la vez que llegaban a las entradas del Rancho Lon Lon.

Al entrar, Link vio ligeras diferencias. Pero nada que sea llamativo, sólo que ahora parecían haber más estantes.

-Son para las apuestas de las carreras de caballo. – Oyó el susurro de Marín. – Al Señor Ingo le gusta eso. Muchos de los tipos de mal vivir vienen a ver carreras de caballos.

Ya... eso no lo calma.

-Alto ahí. – Fue lo que oyeron. - ¿Tienen permiso para entrar?

Link vio que quienes estaban impidiendo el paso, eran dos tipos. Se notaba que eran tipos con no buenas intenciones dado el aire que emanan. Además que estaban armados con unas hachas, estaban listos para luchar de ser necesario.

-Soy Marín. Vine a visitar a Malon.

-Oh. Pero si es la linda Marín. – La chica contuvo un escalofrío por la mirada del tipo. - ¿y él es...?

-Mi guarda espaldas. – Respondió ella sin dudar y Link la miró de reojo con asombro. – Saben lo peligroso que es el camino en estos días.

Ambos tipos vieron a Link y se empezaron a reír. Esperaba esa reacción.

-¿Ese enclenque un guarda espaldas? ¡que buena broma!

-Nosotras la podríamos cuidar mejor. Y sólo pediríamos una cosa a cambio.

Marín sintió asco por la insinuación. Ni loca lo haría. Primero muerta. Ella sólo endureció la mirada e hizo que el caballo avance con el carruaje, a la entrada que esos tipos abrieron.

-Lamento eso Link. – Se disculpó ella mientras entraban a la granja. – Pero...

-No te preocupes. No es la primera vez que debo soportar burlas. – le hizo recordar a sus días con los Kokiris.

Una vez los dos llegaron a donde podía descansar el caballo, es que...

-Vaya. Pero si es Marín. – esa voz...

The Legend of Zelda: Ocarina of Time REDUXWhere stories live. Discover now