Encuentros Sorpresas

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El día era calmado y el pequeño grupo recorría las praderas de Hyrule a paso constante.

La ayuda de Epona para poder recorrer el enorme camino que tiene por delante, era de mucha ayuda.

-¿Todos bien? – Desde su montura, Link le habló a sus acompañantes.

-Todo perfecto por aquí. – Marín le dio el visto bueno desde su lugar, a la vez que estaba viendo el paisaje. – Es increíble pensar que las praderas de Hyrule hayan cambiado tanto.

Y ese era un pensamiento que Malon compartía con su prima. Ya que, aún recuerda en su infancia, lo verde y bello que eran las praderas.

El placer de recorrerlas a caballo y ver el paisaje. Todo cambió desde ese día... las plantas empezaron a morir y nada estaba siendo lo mismo.

Link por su lado, sólo pensaba en lo mucho que el paisaje cambió. Para él, todo era de golpe. No hubo cambio progresivo, o tiempo para hacerse a la idea o acostumbrarse a las cosas. No, todo era... inmediato.

Sintió a Navi en su hombro, como dándole el apoyo mental que necesita, a la vez que lo miraba con cierta preocupación en su mirada.

El hada lo sabía, Link se sentía culpable de todo esto. Él sacó la Espada que era la barrera final. Lo hizo con la mejor de las intenciones, pero todo fue contra producente. Y ella sabía lo mucho que le dolía pensar en eso.

Al final, ella solo pudo seguir viendo al frente.

-Agh, ¿Qué tan lejos está ese lugar que dijeron? – Claro, el ambiente de silencio se fue cuando Ingo habló.

Malon lo miró algo molesta, a la vez que Marín le lanzaba una mirada asesina, que lo mantuvo en silencio.

Puede que sepan ahora que el tipo estaba siendo controlado por magia oscura. Pero eso no hace que las cosas se olviden. Para nada.

Link soltó un suspiro, el tipo si que era gruñón.

-Usted no hable. – Marín lo silencio, a la vez que.... – Son 3 días a caballo. Pero les aseguro que por este camino, reducimos la mitad del tiempo.

-¿Por qué...?

-Es una ruta que no todos conocen. Mi padre y yo la usábamos antes de que todo se vaya al demonio. – Link asintió a las palabras de Malon. – Es más, ahí me encontraré con unos amigos.

-¿Amigos? – Malon se sorprendió. Primera vez que oye eso.

-Amigos no de manera exacta. Pero son gente que conozco. Ellos están... en eso. Tú sabes... - vaya que estaba siendo algo cuidadosa con lo que estaba hablando. Eso era bueno.

-Yo sólo espero que tengan algo de comer. – Link se tomó el estómago. – Puede no parecerlo, pero llevo días sin comer algo que no sean frutas...

Siendo exacto, 7 años sin probar carne. Y en el Rancho Lon Lon no le dieron mucho, dado que tampoco había mucha comida.

Sólo unos trozo de pan, huevos y leche. Eso no es consistente por el amor a Farore...

-Creo que estás obviando el hecho de que... bueno...- Navi le habló con algo de pena. – No te has dado tampoco una ducha en... ¿Cuándo fue...?

Malon y Marín se mostraron algo asqueadas al oír ello. Demonios...

-... En mi defensa, no he tenido tiempo. – es verdad... 7 años dormido es no tener tiempo. En serio.

-... Cuando lleguemos a ese lugar, un baño será lo primero que tomarás Chico Hada.

-¿Sigues con el apodo...?

-Dije chico. Es una mejora de niño. – La sonrisa burlona de Malon hizo que Link haga un puchero. Honestamente, a veces actúa como un niño.

The Legend of Zelda: Ocarina of Time REDUXWhere stories live. Discover now