Four

1.1K 104 2
                                    

El día siguiente fue simplemente perfecto. Los dos habían pasado un excelente día, cocinaron galletas y video llamaron a los padres de Louis, Lía los extrañaba demasiado, así que prometieron ir a pasar el fin de semana.

El Lunes fue difícil para la pequeña, le costó demasiado despertar a las nueve y media de la mañana.

Louis al ser el gerente tenía privilegios. Podía llegar libremente desde las diez de la mañana hasta las doce del día, después de esa hora era obligatoria su jornada hasta las cinco de la tarde, luego de eso había cambio de turno hasta las diez de la noche.

Desde hace un tiempo tenía a Clair contratada como niñera de Lía. Ella vivía sola tan solo unos pisos más abajo que ellos, de partida empezó solo como la niñera, pero luego de todos los años juntos empezaron a desarrollar una linda amistad. Confiaba mucho en ella como ella en él, podían pasar horas hablando de su día o cosas sin sentido, habían salido de fiesta un par de veces en las cuales Lía se quedaba con Andy.

Así que como primer día de la semana, Louis estaba haciendo algunas planillas y dándose una que otra vuelta en su precioso traje negro checando que todo fuera bien en el local y con los clientes.

Estaba dando una vuelta más, con sus manos entrelazadas por delante revisando todo.

—¿Louis?—Katy, una mesera amiga de él le habló

—¿Si?, ¿necesitas algo?—preguntó amable

—No, solo que se me hizo raro que sigas aquí, tu turno terminó hace 20 minutos.

—Oh—miró la hora en el reloj colgado en una de las paredes—No lo había notado. Gracias por recordarlo, ten una linda tarde—le sonrió

Fue hasta su pequeña oficina, ordenó todas sus cosas y salió por la puerta trasera como todas la semanas.

Subió a su coche y manejó hasta la cafetería cercana para comprar las donas favoritas de su hija, lo hizo rápidamente y luego estuvo devuelta en su coche para ir a su departamento. Estacionó en su apartado reservado por ser propietario de uno de los pisos y subió el ascensor con su mochila al hombro, móvil en la mano y en la otra la bolsa con la comida. Abrió con su llave y apenas cerró detrás de si escucho un familiar grito.

—¡Mami, llegaste!. Te extrañé—su hija llegó corriendo para abrazarlo de la cintura

—Hola, amor. También te extrañé—se inclinó para repartirle besos por todo el rostro y la pequeña soltó risas

—¿Qué traes aquí?—pinchó la bolsa con su dedito

—Algo—le dio una leve sonrisa y se enderezó

—¿Es ropa?—miraba con curiosidad la bolsa de papel

—No, es muy pequeña para ser ropa—colgó su mochila en uno de los ganchos de la entrada

—¿Son papas fritas?.

—No—caminó hasta la sala con su pequeña detrás, dejó la bolsa encima de un sofá individual

—¿Es maquillaje?.

—No, cariño—se sacó la chaqueta del traje

—¿Son cosas para mis barbies?.

—Nop—negó con la cabeza mientras arremangaba su camisa hasta los codos

—¿Son pastelitos?—se sentó en el sofá de tres cuerpos

—Algo así, te gustan aún más que los pastelitos—aflojó su corbata

—¡Son donas!—ella saltó feliz

Did they click?   |L.S|Where stories live. Discover now