Five

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La mañana había empezado pesada para Harry, comenzó un caso de demanda por pensión alimenticia.

Estos casos le encantaban, le encantaba ver en el estrado a los sujetos casi llorando por todo lo que les podían quitar o por la condena que podía hacerles cumplir, le encantaba sacarles hasta el último peso a esos malditos.

Con ayuda de su muy útil secretaria investigaron al sujeto enterándose que era de estos tipos tacaños que ganaban muchos millones al mes, sin duda pondría todo de si en esto.

El caso le había tomado todo el día laboral, su secretaria se había encargado amablemente como todos los días de su café matutino y su almuerzo mientras el seguía sumergido en su oficina. Estaba muy concentrado cuando recibió una llamada haciéndolo dar un leve salto en su silla giratoria por el susto.

—¿Sí?—respondió sin siquiera ver el aparato

—Tío Harry, ¿recuerdas llevarme hoy con Lía?.

—Dan, claro que si amigo. Estoy terminando unos papeles—miró la hora de su celular notando que faltaban cinco minutos para su hora de salida

—Bien, te esperaré.

—Está bien, ponte guapo para Lía—lo molestó

—¡Harry!—de fondo escucho el grito de su hermana, ambos chicos rieron

—Debo colgar, la señal está mala, adiós—dijo apresuradamente antes de que su hermana comience a discutir con él y sin esperar respuesta colgó

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Un muy ocupado Louis terminaba de hacer el pedido para los insumos necesarios del restaurant, también se dio una vuelta en el baño, verificando que olía a lavanda y estaba tan limpio y reluciente como siempre.

Volvió a su pequeña oficina y guardó sus cosas, salió por su puerta y se fue en su coche para su hogar. Estacionó donde siempre y al entrar lo primero que vio fue a su linda hija sentada en el sofá.

—Hola, amor—fue hasta ella y besó su frente luego de colgar su mochila en el perchero de la entrada

—Hola, mami—le sonrió

—Hola, Clair—le dio un beso en la mejilla cuando la observó en el sofá metida en su celular y ella sonrió

—¿Lía, estás lista para ir?.

—¡Cierto, hoy veré a Dan!—se levantó de un salto—Estaré lista en cinco minutos—gritó mientras corría

—Yo me cambiaré de ropa—avisó el castaño a su amiga

—Y yo debería irme—ella se levantó de su asiento comenzando a guardar sus cosas—Iré a visitar a mi mamá.

—Dale nuestros saludos—caminaron hasta la puerta principal—Gracias por cuidarla—ella solo asintió con una sonrisa y se fue luego de gritarle a la pequeña que la quería mucho y que se verían mañana

Luego de que Louis se colocara un pantalón de chándal gris y una polera negra con un estampado aleatorio que le quedaba un tanto grande, se fueron. Volvieron a ir caminando pero pasaron directo a los juegos, veía como su pequeña buscaba a su amigo por todos lados, ella se había sentado junto a su madre en la misma banca que la vez pasada.

—Creo que lo olvidó—ella tenía un puchero

—Está bien, cariño—le sobó la espalda—¿Quieres ir a comprar helado?.

—No.

—¿Quieres que nos vayamos?.

—Lía—un sonriente Dan corría hacia ellos

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