Thirty-one

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Louis estaba llegando a su departamento después de una larga jornada, él tuvo que llegar a las ocho de la mañana para una reunión con su jefe.

Abrió la puerta y de inmediato llegó a sus fosas nasales el olor a horneado.

—Llegué a casa—Louis gritó

—En la cocina—Clair gritó devuelta

Entró al lugar y pudo ver a su pequeña hija con su delantal para cocinar y un pequeño gorro de chef.

—¿Qué hacen?

—¡Un pastel!—la niña sonreía

—Debemos decorarlo aún—dijo la chica

—Estoy seguro de que quedara muy delicioso.

—Gracias, mami.

—Iré a ducharme—estaba por salir de la cocina y recordó lo que pensó mientras conducía hacia la casa—Clair, ¿puedes venir?.

—Mezcla el colorante rojo con la crema para tener el rosa—le dijo a la niña que asintió

Louis la esperaba en la sala.

—¿Qué pasa, Lou?.

—Estaba pensando en... ayer fuimos de compras y compramos eso—Clair asentía—¿Será una buena idea ir a darle la sorpresa en la oficina?—Clair abrió los ojos muy grande

—Dios, Louis, ¡claro que sí!.

—Baja la voz—miró hacia la puerta de la cocina para ver que no viniera su hija

—Creo que es una muy buena idea—susurró—Lía está entretenida con lo del pastel, ve tranquilo.

—Gracias—le sonrió y prácticamente corrió hacia el baño.

Se dio una detallada ducha, preparándose un poco para poder tener algo de acción en la oficina de Harry, el siempre había fantaseado con sexo en la oficina.

Se colocó unas bragas esmeraldas que tenían un moño en el medio, se vió al espejo orgulloso por como levantaba su trasero. Colocó sus jeans holgados y una polera negra.

Se despidió de ambas diciendo que volvería pronto y manejó hasta el trabajo de Harry. Al llegar al piso pudo ver s Sandy.

Ella estaba con su cabello recogido en un tomate, su característica blusa blanca y falda negra, el labial rojo resaltando en sus labios y su blusa levemente abierta.

—Buenas tardes—Louis la saludó

—¿Necesitas algo?—dijo a la defensiva

—No, solo saludaba por educación—y siguió caminando

—Escucha Louis—la voz de Sandy lo hizo detenerse—Por ahora serás la pareja de Harry pero eso no durara mucho, eres solo un juguete más. Disfruta lo que dure.

—No creas que me dan miedo tus palabras, me das más miedo por fea—Louis la miró de pies a cabeza

En este juego pueden participar los dos.

—Estúpido infeliz—dijo enojada

—Ahora dilo sin llorar—Louis rio leve y prefirió seguir su camino

Entró a la oficina sin tocar y de inmediato Harry apartó su vista del computador para recibirlo con una sonrisa.

—Amor—él se levantó de su silla y lo recibió

—Hola, cariño—lo besó

—Que linda sorpresa—le dio un corto beso para volver a su asiento—Ven aquí—palmeó su pierna

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