Capítulo 14.

1.4K 157 22
                                    

| Un día anterior. Parque Benchasari |

Un par de pasos atrás. 

Solo un par de pasos alejándose del tacto desprevenido de Kinn podrían haber sido respuesta suficiente, pero no. Para Pete definitivamente no fueron suficiente, así que las palabras comenzaron a salir por si solas. 

—No hagas esto —dijo con urgencia. Demasiada. Su llanto había cesado de golpe por el desconcierto y la confusión—. Te conozco lo suficiente para saber que no lo dices en serio. No puedes...—

Una repentina risa seca lo hizo callar, y solo se atrevió a observar al hombre junto a él hundir ambas manos en los bolsillos de su chaqueta.

—Tienes razón —suspiró—. No puedo tener tan poco respeto propio como para mendigar amor. Incluso menos al chico que me fue infiel. 

Kinn observó fijamente a un par de ojos que parecían pedir clemencia, pero no planeaba absolverlo tan rápido.

Estaba buscando. No sabía qué exactamente. Solo buscando. Quizás buscaba al chico que conoció en aquella cafetería hace tiempo, el que lo rechazó incontables veces, al que sostuvo en brazos con un llanto inconsolable mientras pronunciaba el nombre de otro hombre, el que le agradeció su ayuda con un par de ojos hinchados y avergonzados, el que aceptó su primera cita tras el pretexto de necesitar ayuda con su investigación, el de ojos bonitos y linda sonrisa, el que lo conquistó con una simple mirada.

Una mirada bastante familiar que creyó nunca volver a encontrar.

Quizás buscaba inconscientemente al chico que alguna vez amó y perdió.

Buscó, buscó y buscó.

Pero no estaba ahí. Nunca lo estaría.

Había desaparecido. Casi como si nunca hubiese existido. Quizás nunca lo hizo; o, tal vez, lo que en realidad buscaba era solo la idea de Pete que él mismo había creado para su propia conveniencia: aquella que estaba lista para entregarse por completo a él, que no sintiera inquietud por devolverle un "te amo" y que lo hacía sentir como si hubiese recuperado la posibilidad de enamorarse otra vez.

Desafortunadamente, el amor no podía resumirse en puros "quizás". 

No era tan fácil. Tampoco el dejar ir a alguien que amas.

Kinn lo sabía. Lo sabía a la perfección.

Después de todo, no era la primera vez que lo hacía.

El clima se sentía húmedo y con muy poco viento. Las nubes grandes y grises colgaban bajo y parecían columpiarse sobre ellos antes de desaparecer rápidamente, como si intentaran esconderse de la lamentable obra que se mostraba debajo suyo, que ni siquiera la belleza de aquel lago lograba salvar o la luz del sol, iluminar.

Pete sujetó aire y exhaló lentamente, separando al hombre de su inútil búsqueda y regresándolo a la amarga realidad.

—Ese chico no merece tu amor, Kinn.

—No —respondió—. No lo merece. Y yo tampoco merezco esto.

—No —tragó con dificultad un par de emociones que se anudaban en la base de su garganta—. No mereces esto, así que, por favor, no me hagas elegir. Ni siquiera de broma.

Kinn volvió a reír sombríamente, seguro por lo horrible y desesperada que sonó la súplica de Pete.

—Algo de amor propio debo de tener, Pete —habló de nuevo, como si cada una de palabras tuviera valor. Y lo tenían. Demasiado—. ¿Realmente crees que te haría elegir sabiendo que nunca me escogerías? 

We Don't Talk Anymore [VegasPete] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora