Capítulo 12

116 76 7
                                    


—¿Qué haremos ahora? —Darya empezaba a desesperarse.

Había pasado media hora y Darya no se había movido de la ventana esperando que en algún momento la lluvia parara, pero no lo hacía. Al contrario, parecía empeorar.

Eamon no tenía electricidad ni teléfono en casa, pero como era un Green, no le pasaba nada por salir a la lluvia, así que se dirigió al teléfono que se encontraba en la esquina de su calle. Intentó llamar varias veces a casa de Darya para avisarle a Azami que estaba bien, pero nunca contestó, y sabía que eso preocuparía más a Darya, así que siguió intentando, sin tener ninguna respuesta. No podía dejar a Darya sola mucho rato, se preocuparía y querría salir, con eso en mente desistió de sus intentos de llamar a Azami y decidió regresar a casa.

La pequeña sombrilla que tenía le ayudaba a no mojarse tanto, pero el viento era demasiado y sentía el agua caer desde todas y hacia todas las direcciones, además tenía que aferrarse muy bien a la sombrilla para que no saliera volando. Dado que las lluvias no solían ser constantes, normalmente no se estaba preparado para que lloviera y solo esperaba que todos los Blue estuviesen bajo techo en ese momento, además estaba decidido a no dejar ir Darya hasta que estuviese a salvo.

Al llegar a su casa la encontró justo donde la había dejado, estaba aún de pie junto a la ventana, viendo cómo golpeaban gotas del cristal, sabía que para ella, aquella sería una sensación mortal que jamás debía experimentar. Intentó entrar con cuidado y no hacer mucho ruido, para poder cambiarse la ropa mojada sin que se diera cuenta, pero al cerrar la puerta ella volteó inmediatamente, buscando alguna señal que la tranquilizara.

—¿Qué dijo Azami? —le preguntó.

Eamon debió haber pensado que podría responderle cuando ella le preguntara por su conversación, que en realidad nunca se había dado. No quería mentirle, así que decidió decirle la verdad.

—No me contestó —los ojos de Darya se abrieron por la impresión.

—Algo malo debe estar pasando —Eamon sabía que Darya supondría lo peor, pero no lo vio venir tan rápido.

—No creo que sea eso —se acercó más a ella, quiso abrazarla, pero estaba muy mojado en ese momento y no quería herirla, así que solo le habló estando lo más cerca que pudo—. Pensemos en algo. El teléfono de tu casa está en la cocina, ¿cierto?

Ella asintió.

—Bien, está lloviendo muy fuerte, ¿dónde está el cuarto de Azami? —le preguntó, ella no entendía bien a dónde quería llegar, pero siguió la corriente.

—Es el último, está en el segundo piso, después del despacho de mi padre. Lo escogió así porque le gusta estar más cerca de él y porque también guarda sus libros ahí.

—Le gusta mucho leer, ¿cierto? —ella volvió a asentir, Eamon podía notar que estaba más tranquila, se calmaba un poco más mientras hablábamos de su hermana, sin duda tenían una conexión muy grande—. ¿Normalmente a qué hora lo hace?

—En la noche, ella intenta mantener esa creencia de que leer sirve para dormir más rápido, papá siempre le dice que leer no funciona para dormir cuando realmente te interesa lo que estás leyendo, ella suele prepararse un té de manzanilla para ayudarla a no pasar toda la noche despierta queriendo leer un capítulo más.

Eamon se rio, aquello era bastante cierto, él conocía muy bien a Azami, sabía que ella también era apasionada por la lectura gracias a su padre y siempre la veía escabullirse al despacho mientras ellos dos se concentraban en algún estudio.

—¿A dónde quieres llegar con todo eso? —le preguntó Darya, él notó que ella se encontraba mirando todo el lugar, no podría adivinar qué era lo que estaba buscando.

Búscame en el agua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora