Capítulo 16

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Azami tomó aire, intentando organizar sus ideas. Debía sonar lo más convincente posible si quería que Eamon le creyera, y realmente necesitaba que así fuera. Intentó recordar qué había sido lo primero que Eamon le había preguntado y comenzó a responder sus preguntas.

—Darya está en el hospital con papá —le aseguró Azami a Eamon—. La operación salió muy bien, pero necesita mucho reposo. En este momento solo pueden visitarlo familiares, espero que entiendas.

Azami buscaba en su rostro algún indicio de que él dudara de lo que ella le estaba diciendo. Pero, para su sorpresa, él pareció tomarlo mejor de lo que esperaba.

—¡Me alegro mucho de que Hugo esté bien! No te preocupes, Zami, yo entiendo. Solo estaba esperando a Darya porque me dijo que hoy íbamos a reabastecer la carreta para vender sus cultivos, pero está lloviendo mucho, entonces supongo que será mañana. Y prefiero que pase tiempo con su padre, quiero que esté bien.

Eamon era realmente dulce, a pesar de todo, solo se preocupaba por su hermana y su padre. Azami entendía por qué Darya lo amaba tanto, y le dolía mentirle, aunque lo hiciera para no herirlo. Él siempre había sido como un hermano para ella, y sabía cuánto aprecio le tenía a su padre.

—Gracias por entender. Te ayudaría con los cultivos, pero, ya sabes... —le dijo Azami, haciendo referencia al don que compartían.

—Lo sé, ojalá la vida fuese más fácil... Cuando puedas, dile a Darya que no se preocupe, y que se tome el tiempo que necesite para cuidar de su padre. Tengo algunos ahorros de emergencia y puedo sobrevivir unos días, que lo considere unas vacaciones.

Azami se sentía cada vez más culpable, había olvidado que Darya ayudaba de gran manera al sustento de Eamon. Tanto a ella como a él les era imposible tocar los cultivos, y con la ausencia de su padre y de Darya, Azami temía que su mercancía se pudriera... Intentó calmarse, y no preocuparse por cosas que no habían pasado aún. Como pudo, le devolvió la sonrisa a Eamon.

—Bueno, ya me voy. Intentaré llamar luego para ver como va todo, cuídate Zami. Y por favor, cuida de tu padre y de Dary, ustedes son toda la familia que tengo.

Dicho eso, Eamon se marchó, dejando a Azami sola, de pie, en la entrada de su casa. Mientras se dirigía a su hogar, Eamon experimentaba una extraña sensación con el agua. Estaba acostumbrado a que esta lo rodeara casi por completo durante tormentas como aquella, ya que su antiguo paraguas no lo protegía del todo. Sin embargo, algo en las gotas de lluvia que caían sobre él se sentía diferente, como un pensamiento antiguo, un déjà vu. Era como si el agua estuviese evocando algún recuerdo en su mente, pero por más que se esforzaba, no podía descubrir qué era.

Al llegar a casa, escurrió el paraguas y se quedó un rato mirando hacia la ventana, recordó cómo la noche anterior, debido a una lluvia como esta, Darya había tenido que quedarse en su casa. A pesar de que odiaba la lluvia, casi tanto como un Blue podía hacerlo, la noche anterior había sido mágica para él. Siempre se encontraba solo en las noches, el padre de Darya nunca la dejaba quedarse hasta muy tarde, y esa lluvia había ayudado a hacer realidad un sueño que por mucho tiempo había permanecido solamente en su imaginación: dormir junto a ella.

Era raro ver llover en Tyneham. Por eso, era un pueblo habitado mayormente por Blues, preferían no viajar muy lejos precisamente para evitar las lluvias de otros lugares. Sin embargo, para ese momento, los Blue ya habían pasado un par de días cautivos en sus casas por las incesantes lluvias que iban y venían, pero que no paraban. 

Hace días que la única compañía para ellos era el ruido de las gotas de lluvia en el techo. Además, en los últimos días, Eamon había notado algo extraño. Sentía como si algo lo estuviera llamando más allá del murmullo de la lluvia. Podía escuchar un susurro leve pero incomprensible... Eamon era consciente de que la soledad podía llevar a las personas a pensar e imaginar todo tipo de cosas, y suponía que ese podía ser el caso. 

Búscame en el agua.Where stories live. Discover now