Capítulo 32

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Azami se había quedado hasta tarde leyendo aquel libro que había comprado hace poco, Eamon y ella sabían que era muy poca la información sobre la maldición, así que estaban agotando todos sus recursos. Se levantó por el constante ruido del teléfono sonando desde la cocina, y corrió a contestar, porque sabía que la única persona que solía llamar era Eamon y no podía ser él, ya que él estaba con ella, en su casa.

Al llegar a la cocina, tomó el teléfono y escuchó un pequeño pitido de espera, para luego escuchar un mensaje pre-grabado, se trataba del hospital. Los nervios le helaban la sangre en aquel momento, y cerró los ojos mientras escuchaba el mensaje de la enfermera.

«Buenos días, este mensaje es para informarle que en este momento tenemos una emergencia con su paciente. Necesitamos que se acerque al hospital lo más pronto posible para autorizar tratamientos, gracias».

Una emergencia. No puede ser, justo ahora que estaban buscando a Darya. Lo que más deseaba era que su padre la ayudara, y no estaba dentro de sus planes que él tuviese complicaciones luego de su operación, las cosas realmente estaban saliendo muy mal. En aquel momento, vio que Eamon iba entrando por la puerta con un periódico en la mano. Azami colgó el teléfono que hace rato no decía nada más, solo se había quedado ahí sin reaccionar.

—Zami, hay un anuncio de alguien desaparecido en este periódico. Al parecer un Green desapareció, podría tener algo que ver con la maldición. Aquí pusieron su dirección, deberíamos ir y hablar con su familia —le dijo él, sin quitar la vista del periódico.

—Llamaron del hospital, tengo que ir a ver qué pasa con mi padre, al parecer tuvo una recaída. Iré a verlo, y puedes ir a investigar lo del Green desaparecido mientras estoy en el hospital.

Eamon notaba lo nerviosa que estaba, a él le dolía todo lo que ella tenía que aguantar, ya era suficiente tener que dejar a su padre solo en el hospital por buscar a su hermana. Y ahora, él tenía una recaída. Él sabía que Azami se culpaba por haber perdido a su hermana, y la culpa se la estaba comiendo, nuevamente, por la recaída de su padre en su ausencia.

—Zami, todo estará bien —le dijo Eamon, intentando mostrarle su apoyo—. Si hay otra familia afectada, quiere decir que no somos los únicos buscando. Concéntrate en tu padre, en este momento necesitamos de su ayuda para continuar, y mientras, yo seguiré investigando. Sé podremos lograrlo.

Azami sentía algo raro, tenía una sensación de que algo más estaba pasando, pero no podía saber qué era. Dentro de su cabeza lo que más la atormentaba era el tiempo, no entendía por qué, pero de alguna manera tenía el presentimiento de que el tiempo que tenían para buscar a Darya era limitado, por eso agradecía tener a Eamon con ella.

—Nos vemos esta noche en mi casa, estaré allá esperándote cuando vuelva de casa de la familia del Green desaparecido —le dijo Eamon.

—¿Esta noche? Si apenas acabamos de despertar, ¿qué hora es?

—Aún es temprano, pero quiero que te quedes con tu padre hoy. Necesitamos que se mejore, quédate allá en caso de que toque autorizar más tratamientos o el alta. Lo mejor que nos podría pasar es que nos ayude a encontrarla.

—Me matará cuando sepa lo que le hice a Darya —respondió Azami, aunque entendía bien lo que quería decir Eamon.

—Él va a entender, lo sé, conozco a Hugo, —él intentó tranquilizarla con eso, y se le ocurrió usar algo que era propio de su padre, fijarse en las soluciones—. Puedes llevar algunos libros, así no sientes que abandonaste la investigación y estarás haciéndole compañía a él. ¿Qué opinas?

—Es buena idea —reconoció Azami—. Subiré a buscar unos libros y partiré rápido, dijeron que era una emergencia.

—De acuerdo, nos vemos más tarde —Eamon se acercó a ella para darle un abrazo—. Y Zami, cuídate.

Búscame en el agua.Where stories live. Discover now