Capítulo Trece: Marianella no sonreía

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SI TEFI TENDRÍA QUE DESCRIBIR LA SITUACION QUE ESTABA VIVIENDO, usaría sin dudar la palabra estresante. Si bien lo único que había hecho hasta ahora era sentarse a escuchar el inicio de su propia historia y cuidar de sus hijos, estar de vuelta en una habitación con sus antiguos amigos y escuchar sus peleas familiares cada dos por tres la supera por completo. Además, volver a estar con Nacho después de tantos años, y comportarse de una forma civilizada cuando él se merecía mucho más que palabras hirientes, era lo peor que le había pasado en mucho tiempo.

Al menos agradecía que todos hubieran decidido tomar un pequeño descanso después del último capítulo. Despejar la mente unos segundos, comer y tomar algo e ir al baño era lo que necesitaban para evitar otra guerra entre ellos.

—Flaqui, ¿qué pasa?—preguntó Luca cuando se acercó hasta ella. Tefi dejó a un lado su vaso de jugo y suspiro.

—La situación me supera, Jazmín nos gritó a todos cuando solamente Mar se metió, encima las palabras que le dijo Alai —Tefi negó con la cabeza molesta. —Entiendo que el comportamiento de Alai no sea el mejor, ¡pero tiene trece años y se nota que sus padres la dejaban en el medio de sus peleas! Es razonable que ella se sienta así.

—El problema fue que Mar se metió.

—Mar siempre se mete—Tefi rodó sus ojos. —De igual forma, la pelea hubiera pasado. A pesar de que nos metió a todos en una misma bolsa, también fue más un descargo hacia Tacho y Alai. No entiendo como lo hizo delante de todos, Alai debe estar re mal.

—Por lo que vi, Mel la está consolando—Luca le señaló una esquina de la habitación, en donde estaba Mel dándole palabras de ánimo a Alai, que se veía muy decaida.

—Mel es buena en eso— Tefi sonrió débilmente.

—Sí—Luca le dio un beso en la cabeza. —Igual a vos te pasa algo más.

Tefi estaba a punto de negar eso, pero decidió que era absurdo hacerlo cuando él la conocía tan bien.

—¿Escuchaste el nombre completo de Nia?—Luca negó con la cabeza. —Es Estefanía.

—¿Enserio?—Tefi asintió.

—No lo supe hasta que Thiago la retó. ¡No sabía el nombre de mi propia sobrina, Luca!—mencionó Tefi, con un nudo en la garganta.

—Bueno, nosotros nos fuimos antes de que ella naciera.

—Sí, lo sé pero...Mar no conoce a sus sobrinos y yo no conozco a los míos. No es así como quería que pasara—Tefi agachó la cabeza, triste.

—¿Te arrepientes de irte?—preguntó Luca levantando el mentón de Tefi. Ella lo miró a los ojos y negó.

—No, era lo que necesitaba para recuperarme de la depresion pos-parto. Irnos fue lo mejor, pero me hubiera gustado mantener la relación con mi hermana.

—¡Puede que esta sea tu oportunidad!—intentó animarla Luca, abrazándola.

—¿Crees que pueda? Me fui sin despedirme—Había pocas cosas de las que Tefi se arrepentía, e irse del hogar sin despedirse de su hermana era una de esas.

—Tefi, le puso tu nombre a su hija—Luca sonrió. —Eso no se hace a la ligera. ¿Que te apuesto a que antes del segundo libro van a volver a estar unidas?

—Espero que tengas razón—Tefi también sonrió ante esa idea.

—Siempre tengo razón.

Luca la beso.

En otra parte de la habitación, Los Nerditos, Donato y Dove estaban intentando armar un sector de juegos en donde estaban sentados. En realidad era más un pequeño corral con algunos de los juguetes para que Charlie pudiera entretenerse mientras leían.

Leyendo la isla de Eudamon  ( casi ángeles. )Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin