Capítulo Dieciocho: Cambios nocturnos

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¿POR QUE NO NACÍ MUJER? Fue lo primero que pensó Bruno cuando descubrió como se organizaban las habitaciones.

Después de que cada uno cenara algo ligero, llamaron a Tic-Tac para que les diera camas, o bolsas de dormir, para descansar algunas horas. Él, queriendo ser alarde de sus habilidades, hizo aparecer un largo pasillo con cuatro puertas, en donde delante de estas, había un cartel que especificaba quiénes dormían ahí.

Los hijos de los chicos, eran los más emocionados, corrieron rápidamente por el pasillo para descubrir a sus compañeros. Aunque su emoción se perdió cuando se dieron cuenta que la división era la clásica: las nenas con las nenas y los nenes con los nenes.

— ¡Ja! Les toca sufrir lo mismo que a nosotros. —se burló Thiago.

—Tampoco es que les afecte mucho, no se conocen. —Mar opino mientras agarraba una manzana para comer como postre.

— ¿Si se dieron cuenta que ustedes también duermen separados?—Nia, que estaba subida arriba de la mesa, le preguntó a sus padres, conteniendo la carcajada.

— ¡¿Que?!—gritaron la gran mayoría de los adultos, a excepción de los solteros.

— ¡¿Me estas jodiendo?!—grito Tefi, aturdiendo a la gran mayoría.

— ¿Otra vez gato?—se quejó Vale.

— ¡Casi cuarenta años y nos van a seguir controlando con quien dormimos!—Mel se cruzó de brazos aunque debía admitir que le causaba gracia la situación.

— ¡Tic-Tac!—gritó Thiago frustrado. Ese petizo siempre le hacía la vida imposible.

No recibió respuesta de su parte, pero un papel aterrizo justo en el regazo de Nia. Ella lo tomo, frunciendo su ceño, lo leyó y dejo de lado toda confusión para comenzar a reírse como una loca.

— ¿Qué dice?—le preguntó su madre.

—Las habitaciones son para dormir no para hacer hijos. —leyó Nia en voz alta y siguió riéndose.

— ¡Como si quisiera tener más hijos!—se quejó Tefi.

—Vos seguí riéndote pero te aclaro que Alai es una chica. —le murmuró Thiago a su hija, solo porque ella se rio de él.

Nia dejo de reírse, miro mal a Thiago, como si le habría dicho la peor cosa del mundo, se levantó de un saltó y grito: — ¡Ni en pedo duermo en esa habitación!

Mar suspiro y sabiendo que no se podía hacer más nada con el tema de las habitaciones, dijo: —Hija, te amo pero estoy cansada, me duelen los pies y ya estoy harta de escuchar peleas así que por el amor de dios cállate y anda a dormir.

Nia asintió al escuchar a su madre enojada. Mar suspiro y camino por el pasillo hasta su habitación, la cual Tic-Tac amablemente había decidido que compartiría con las otras chicas como si fuera una adolescente y no una mujer casada con tres hijos.

—Acá estamos otra vez. —Dijo Caridad cuando entro junto a las otras chicas.

Su cuarto, curiosamente, era una réplica casi exacta de aquella habitación de hotel en la que estuvieron en su primera noche del viaje en el tiempo. Aunque en esta ocasión había una cama más.

—No me sorprende para nada. —comentó Mar cuando vio la habitación.

— ¿Les molesta que Charlie este con nosotras?—preguntó Tefi mientras mesia suavemente de un lado a otro a su hijo que se estaba durmiendo en sus brazos.

—No—Melody se acercó hasta Tefi y le acarició sumamente la cabeza al niño. —Es hermoso.

—Cuando no llora, no se caga y no grita por hambre lo es. —Tefi bostezo.

Leyendo la isla de Eudamon  ( casi ángeles. )Kde žijí příběhy. Začni objevovat