capitulo 11

274 19 0
                                    

•Capítulo 11•

"Algunas cosas cambian"


•9 años• 14 años•


POV _____.


Me despedí de mamá cuando estuve lista para ir a la escuela; vivía a tres manzanas de la escuela, así que siempre me gustaba irme en mi bicicleta. Tome impulso saliendo de la casa con la bicicleta a un costado de mí y cuando pude levante una pierna y me acomode enseguida en el asiento y pedalee para no perder el equilibrio.


Mire a mí alrededor, me encantaba sentir el viento en mi cara, era refrescante. Di vuelta en la esquina a mi casa y baje por una calle que era una avenida, nunca le contaba a mi mamá esto, pero me gustaba ir por esa avenida que estaba de bajada y levantar los brazos como si estuviera en el "Titanic." El viento en mi rostro y mis cabellos flotando en el aire, era divertido para mí.


Puse de nuevo las manos en el manubrio y seguía pedaleando hasta que al fin llegue a la escuela, estaba repleta, demasiada gente por todos lados, baje de la bicicleta y busque un lugar donde pudiera dejarla. 


Aquí tenías que tener un poco de cuidado ya que la secundaria estaba junto a mi escuela, a muchos eso les causaba problemas, pero se los callaban y bueno, a mí por el momento no me había pasado nada. << Ahí. >> pensé al ver un lugar desocupado. Le coloque el candando a mi bicicleta y acomode mi mochila de corra y camine a la entrada.


Al entrar solo pude ver más personas, por todos lados. De cada diez personas que veía solo conocía cuatro. Continué avanzando, buscando mi casillero. 

<< Casillero 22-07. >> 


Con precaución di lo más rápido que pude los dígitos, eran los dígitos del cumpleaños de mi abuela. Suspire, y abrí el casillero. Pero cuando esté se abrió una sarta de confeti y serpentinas salieron por todos lados. Solo pude cerrar los ojos para evitar que salieran lastimados.


<<Oh, oh, lo recordó. >>


Sacudí mi cabeza quitándome todo el confeti de encima, o por lo menos una parte y abrí mis ojos. Podía sentir como todos me miraban con una ceja arqueada, que salga confeti y serpentinas de tu casillero no es nada normal, menos cuando no es tu cumpleaños, eso debería saberlo él. Mire en el interior era una tarjeta de felicitaciones. Hoy era mi cumpleaños, claro que era mi cumpleaños adelantado cinco meses.


Una ola de suspiros se escucho detrás de mí, y pude imaginar quien venía.


—¡Eh, feliz cumpleaños! – exclamo.


Estaba de espaldas, pero eso no le importo. Me gire sobre mis propios talones y me aprisiono entre sus bazos. Louis usaba mi cumpleaños como el día para avergonzarme, pero no lo hacía de una manera grosera, es solo que él a veces era muy extravagante. Pero como mi cumpleaños era en vacaciones tenía la costumbre de adelantarlo.


—¿Te estás vengando por lo que hice en tu cumpleaños? –hable bajito.

—Pues... sí. – susurro. – pero, feliz cumpleaños, niño.

Innocence and Experience| Louis Tomlinson.✓Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon