Cap 1

27.7K 811 1.6K
                                    

Para las dibulovers.

Este fanfic tiene solo como intención entretener al lector, de ninguna manera quiero molestar a nadie. Dibu está casado, esto es solo para fantasear con él. Aclarado esto, disfruten del fic. 🥵🔥


Habías viajado a Qatar para ver el mundial y alentar a tu país con tu papá. Entre las multitudes fuiste dejando tu corazón en cada gol de Argentina. Tus ojos no podían creer que estabas viendo a Lionel Messi en vivo, de a poco ibas conociendo cada vez más a los jugadores de la Scaloneta.

Llegó el día del partido entre Argentina vs Países Bajos. Tu corazón estaba en la garganta, habían empatado 2 a 2 y todo se iba a definir en los penales.

Entonces lo viste, el arquero número 23, le decían Dibu, al momento de los penales pudiste ver su ritual antes de pararse en frente del arco, con esas manos enormes tocaba el arco y besaba cada palo, ahí le viste la espalda "Emiliano Martínez", rezaba en su ancha camiseta. Se dio la vuelta y los rivales comenzaron a prepararse para patear.

—Vamos, Emiliano, tenés que salvarnos. —susurraste agarrando la bandera Argentina y besando su escudo.

El partido se definió, Dibu había atajado tantos penales como pudo, los futbolistas argentinos habían metido tantos goles como pudieron y esa noche Argentina pasó a semifinales. Lloraste de la emoción y abrazaste a tu papá.

A la noche, mientras estabas acostada en el hotel abriste Instagram y comenzaste a ver las fotos que había subido la selección Argentina. Viste que Dibu había subido una foto y te brillaron los ojos. Inmediatamente lo comenzaste a seguir y le comentaste la última foto: "te vi en el partido Dibu, soy tu fan!".

Dejaste el celular en la cama y cerraste los ojos, pensabas en su altura, en sus manos, en su espalda, en esa sonrisa. De repente sonó el celular. Una notificación de Instagram.

"emi_martinez26 le ha dado me gusta a tu comentario."
"emi_martinez26 ha comenzado a seguirte."

Abriste los ojos y dejaste caer tu mandíbula. Rápidamente le sacaste captura a las notificaciones. Te diste la vuelta para encontrar la cama de tu papá, él dormía. Volviste a mirar el celular, emocionada.

Fuiste al baño rápidamente, estabas en pijama, un short y una musculosa de seda para dormir, te sacaste una foto en el espejo y la subiste a tu historia, agregando tu ubicación a la foto: Doha, Qatar.

"¿No quedaré muy desesperada?", pensaste. Bajaste la tapa del inodoro y te sentaste, entraste al perfil del Dibu y comenzaste a stalkearlo. Te diste cuenta de que estabas con una sonrisa de oreja a oreja, volvió a sonar una notificación.

"emi_martinez26 ha respondido a tu historia."

Tu corazón comenzó a later a mil por hora, sentías que te ardía la cara y bajaste la barra de notificaciones para pispear qué te había respondido el Dibu.

"Ah bueeeno 🔥"

Te mordiste el labio. Le diste like a su mensaje y antes de cerrar el chat llegó otro mensaje.

Dibu: "Qué te pareció el partido?"

Vos: "No sabés cómo sufrí jajaja, vos todo bien?"

Dibu: "Ahora mejor"

Vos: "Ahora que pasaron a semifinales?"

Dibu: "No, ahora que me contestaste"

Dios. Mío. Ese hombre te estaba haciendo sentir cosas inexplicables, recordabas sus manos y la manera en la que se escupía los guantes antes de atajar, algo se revolvía en tu estómago. Apretaste las piernas y esa sensación en la panza se movió hacia abajo.

Dibu: "Ver foto"

Cuando abriste la foto, lo viste a él. Estaba acostado, en cuero y en calzoncillos, sus abdominales apenas marcados y su pecho estaba lampiño. En la foto rezaba un texto "mirá como me puso tu fotito en la historia". Podías ver un bulto largo y ancho en su bóxer blanco y como su mano que reposaba en él no llegaba a cubrirlo del todo. Era una foto que solo se podía ver una vez.

Te prendiste fuego, cruzaste las piernas, como si alguien pudiera verte.

Te levantaste rápidamente, esta era una oportunidad única en la vida, si se daba algo, iba a ser esta noche. Te sacaste el short y te pusiste frente al espejo, te subiste la tanga para que divida bien tus cachetes del culo, te sacaste una foto dando media vuelta. Le pusiste un filtro en blanco y negro y se la mandaste. Rápidamente bloqueaste el teléfono, te daba mucha vergüenza, pero a la vez no podías pensar en otra cosa que no sea ese bulto enorme.

Dibu: "Te paso a buscar, dónde te estás quedando?"

Hablaron un poco más, te arreglaste para encontrarte con Dibu. Nada muy formal, un vestido de algodón apretado y corto blanco, con un patrón de pequeñas flores. Arriba te pusiste una campera de cuero por si te daba frío. Unas converse blancas, te recogiste el pelo tipo messy girl y te maquillaste rápidamente. Dibu llegaba en 15 minutos, así que no tenías tiempo.

Dibu: "Abajo"

Abriste la puerta de tu habitación con todo el cuidado del mundo, intentando no despertar a tu papá. Cerraste la puerta y las luces de los pasillos te encandilaron la vista, eran las 11 pm pero la gente iba y venía. Tomaste el ascensor, te miraste al espejo y sonreíste. Te arreglaste el pelo por última vez antes de salir.

Llegaste a la puerta de cristal y saliste. Mirabas para todos lados, sentías que te iba a explotar el estómago de los nervios y las cosquillas que sentías.

Vos: "Dónde estás? No te veo"

Caminaste hasta la esquina, quizás había estacionado más lejos de la puerta de entrada.

De repente sentiste un calor en la cintura, una mano enorme se apoyaba. Sentiste como se deslizaba por tu espalda baja hasta el otro lado de tu cintura y Dibu se agachó para darte un beso en la mejilla.

—Hola. —dijo Dibu sonriendo mientras te miraba a los ojos. Nunca habías notado que tenía hoyuelos en las mejillas, te parecía tierno.

—Hola. —reíste mientras lo mirabas, él no soltaba la mano de tu cintura.

Te agarró de la mano y te llevó con él. La gente los miraba. ¿No tenía una imágen pública que cuidar?, ¿andar de la mano con una desconocida? Lo miraste, estaba serio, con la bandera de Argentina teñida en la cabeza. Vestía unos joggins sueltos con unas zapatillas Nike, tenía un camperón de fútbol azul. Era demasiado alto. Tu mano se sentía como la de un niño comparada con la suya.

Te abrió la puerta del auto, del lado del acompañante, el auto era deportivo, rojo, hermoso y grande.

Entraste y cerraste la puerta, sentiste el olor a perfume de hombre que te volvía loca. El se sentó a tu lado y te miró, poniendo las manos en el volante, metió la llave y arrancó. No sabías a dónde te iba a llevar, pero te sentías segura. Tenía los vidrios polarizados, sus asientos de cuero negro eran acolchonados. Podías ver los edificios pasando por la ventana, la noche estaba hermosa.

Prendió los parlantes y comenzó a sonar reggeatón. Querías que este momento sea eterno.

Dibu Martínez (+18)  "Mirá que te como" 🔥 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora