Dibu Martínez (+18) "Mirá que te como" 🔥 [TERMINADA]

Cap 9: Not afraid of Emi.

La gente a su alrededor festejaba, escuchabas muchas voces hablando español. Luka bailaba, entrelazó sus dedos con los tuyos riendo mientras sonaba cuarteto. Los argentinos se hacían notar, cantaban a los gritos.

Giraban por la pista, divertidos. Él era muy respetuoso, nunca se sobrepasaba de ninguna manera, pensabas en Emiliano, quizás los estaría viendo. Recordaste la mano que lo tiró hacia atrás.

La música comenzó a atenuarse, algunos se iban a sentar, otros se quedaban parados charlando. Luka y vos decidieron ocupar sus asientos en la barra nuevamente.

Luka tomó su celular y los apuntó con la cámara selfie, vos sonreiste a su lado. Él tomó la foto y la publicó a su historia, etiquetándote.

—¿Te pido otro martini?

—Na, dame una cerveza —respondiste.

El barman asintió y fue a abrir un congelador lleno de cervezas individuales. Vos te levantaste, le alcanzaste el blazer negro a Luka.

Subiste la foto a tu historia.

—Voy al baño —le dijiste en el oído— ya vengo.

Él asintió con la cabeza y se dio la vuelta para tomar de su botella, que había sido destapada.

Caminaste entre la multitud transpirada diciendo "excuse me", cada tanto, había olor a alcohol y a perfume.

Ibas llegando al baño, se veía lujoso, habían varias mujeres esperando en una fila. Revisaste tu cartera para encontrar tu celular y hacer tiempo mientras esperabas. Sentías que comenzó a vibrar, tanteabas con tu mano por afuera del bolso para encontrar en qué zona estaba.

—Ay, dios... —suspirabas en un quejido.

—Do you need help? (¿Necesitás ayuda?) —te preguntó una chica rubia, apuntando su celular con flash en tu cartera.

—Thank you! (¡Gracias!) —respondiste.

De repente sentiste que alguien te tomaba del brazo con fuerza y te tiraba hacia un costado de la fila. Luchaste para ver entre la oscuridad y las ráfagas de luces, pero se te hacía imposible.

Tironeaste con fuerza y sentiste la voz del Dibu.

—Pará un poco —te dijo al oído.

Respiraste hondo, sintiendo nervios en la panza. Él te tenía agarrada y parecía que en cualquier momento te arrastraba con él.

Te acomodaste la cartera al hombro y él te fue soltando el brazo lentamente. Caminaba sin mirar hacia atrás, vos lo seguías disimuladamente, escondiéndote detrás de él.

En un momento se dio la vuelta y te miró, como queriendo confirmar que estabas detrás suyo. Notaste que se había puesto una visera blanca y tenía la bandera de Argentina colgándole en la espalda, para mezclarse entre la multitud.

Viste que abrió una puerta pesada que daba a un callejón detrás del club, el frío te pegó como una cachetada. Finalmente estaban afuera y le pudiste ver con detenimiento. Tenía cara de pocos amigos.

Él estaba parado frente tuyo, con cierta distancia. Lo notabas intranquilo.

—¿Vos lo conocés a ese chabón?

—¿Qué? —preguntaste confundida.

Se limpió el sudor del rostro con las manos, suspirando profundamente, como buscando paciencia.

—No te hagas la boluda. ¿Qué pasa?, ¿me estás tomando el pelo, no?

Te sentías desorientada. Él se rió con ironía y sorbió por la nariz. Parecía enfurecido.