Dibu Martínez (+18) "Mirá que te como" 🔥 [TERMINADA]

Cap 17: Bebota.

Te acomodaste en la cama, ya estabas en pijama.

Te daba miedo escribirle a Emi y que no te conteste, querías quedarte con esa felicidad que te había dejado Luka en forma de papel.

Vos: Emi, cómo estás? Espero que no estés ocupado, tenía ganas de que hablemos. No sé si tenés ganas o te parece bien. Contestame cuando puedas.

Se lo enviaste y bloqueaste el celular. Decidiste que ibas a dormirte para no esperar una respuesta, puesto que eran las 4:57 am, pero sentías que tus párpados no se relajaban aunque lo intentaras.

Mientras pretendías encontrarte en un estado de sueño profundo, sonó tu celular. Rápidamente lo desbloqueaste para ver las notificaciones.

Emi: Hola, no. Para nada estoy ocupado, estás en Buenos Aires?

"¿Se habrá tomado lo de hablar muy en serio?"

Vos: Sí, estoy acá, por?

Emi: Mandame tu ubi

Le hiciste caso.

Emi: si querés dormí tranquila, voy a tardar en llegar. Pero llego

¿Cómo se supone que ibas a "dormir tranquila"? Se te revolvió el estómago.

En la persiana de tu habitación se escapaba el amanecer por las rendijas, eran casi las 6 am y no habías podido reconciliar el sueño. Revivías los momentos que pasaste con Emiliano mientras abrazabas un almohadón.

Cerraste los ojos y sentiste tres golpecitos en la ventana. Te sentaste con rapidez en la cama, abriendo los ojos. Inhalaste una bocanada de aire y te levantaste.

Caminaste en medias y pijama hasta la puerta de entrada. Observaste por el vidrio transparente el auto rojo de Emiliano estacionado, sentiste mariposas en el estómago y destrabaste la puerta. Metiste la llave girando despacio para no despertar a tu papá.

Con mucho cuidado colgaste las llaves en su lugar y abriste la puerta. Hacía mucho frío y la luz te encandiló la vista. Apoyaste un pie descalzo en el asfalto de afuera y caminaste unos pasos.

Miraste hacia los lados y no lo encontraste. Escuchaste un portazo que venía del auto rojo, Emiliano te observó con un osito de peluche en la mano. Vos sonreíste.

Trotó hacia vos y finalmente te rodeó con los brazos levantándote, como era habitual. Vos lo abrazaste con fuerza, enterrando tu nariz en su cuello y oliendo su perfume. Emiliano apoyó el osito en tu pecho y con sus dos manos libres te levantó las piernas, haciéndote upa.

—Hola mi amor... —susurró en tu oído.

«Te voy a compensar todo lo que no estuvimos juntos»

Te bajó lentamente y te tomó de la barbilla, se acercó a vos sonriendo y te besó con lentitud. Vos lo agarraste de la cara con ambas manos para sentirlo. Sentías su mandíbula moverse mientras te besaba.

Luego del beso ambos se miraron a los ojos, vos sonreíste de oreja a oreja y él volvió a abrazarte con fuerza.

—Mi princesa, te extrañé tanto, tanto... ¿Me perdonás?

Asentiste con la cabeza, sentías que no podías ejecutar una oración.

Te alejó de él tomándote de los hombros y te miró a los ojos.

—Estos días sentí que te encontraba por todos lados, pero nunca eras vos.

Te besó los cachetes.

Emiliano y vos estaban tomando un café en el sillón, estabas sentada en su regazo, el osito de peluche reposaba sentado a su lado, sosteniendo un corazón que decía "I'm Sorry".