Dibu Martínez (+18) "Mirá que te como" 🔥 [TERMINADA]

Cap 3: en la cama

Finalmente habían llegado a su habitación, Dibu puso música, se sacó la campera y la dejó tirada en un sillón blanco que estaba en la habitación.

-Sentate hermosa.

Le hiciste caso y te sentaste en el sillón, te sacaste la campera de cuero y la dejaste encima de la suya.

-¿Tenés calor?, dejé la calefacción prendida porque me imaginaba que iba a hacer frío. -dijo Dibu.

-Está lindo igual... -comentaste.

Dibu se limpió el sudor del bigote y sorbió por la nariz. Procedió a tirarse en el sillón al lado tuyo. Incluso sentado era mucho más más alto que vos, su hombro te llegaba por la oreja. Te miró sonriendo con sus grandes dientes y vos lo observabas, no podías creer lo hermoso que era, soltaste una sonrisa sincera.

Él te agarró de la cabeza y te apoyó en su brazo, acariciando tus patillas con su dedo gordo. Parecía mucho más amoroso que antes, te hacía sentir... algo. Algo más allá de lo sexual, algo más allá del deseo. Querías su calor sobre vos, querías su olor a hombre cerca tuyo todo el tiempo, querías ver esa sonrisa y esos hoyuelos más de lo que te gustaría admitir. Te preguntabas qué se le estaría pasando por la cabeza.

Él se inclinó y te dio un beso en la cabeza, levantaste tu cabeza para verle a los ojos y él coronó el momento dándote un beso tierno en la frente. Cerraste los ojos para sentirlo.

Te dejaste caer en su abdomen rodeándolo con el brazo. Podías sentir tu cachete en su panza ligeramente bultosa pero dura.

Abriste los ojos y tu vista estaba puesta en su entrepierna, sus piernas abiertas e inmóviles, sus zapatillas blancas. De fondo sonaba "TU DIABLO".

-Che, a mí me dio calor. ¿Segura que no querés que baje la calefacción? -mientras hablaba con su voz rasposa, su panza se movía y podías sentir en profundidad su voz.

-No -dijiste sin moverte-, pero si tenés calor bajalo.

-Entonces no me dejás opción.

Sentiste su camiseta deslizándose hacia arriba y tu mejilla quedó tocando su abdomen tibio. Sentiste el olor a desodorante, pudiste ver el elástico de su bóxer blanco sobresaliendo del joggin. Recordaste esa foto que te mandó por instagram y te pusiste roja.

Comenzaste a besar su abdomen y él rápidamente apoyó su mano en tu cabeza, moviendo las yemas de sus dedos y despeinándote. Vos bajabas muy lentamente.

En un punto no pudiste arquear más tu espalda y te arrodillaste en el suelo de madera tibio. Echaste una mirada hacia arriba, la boca del Dibu estaba entreabierta, dejando ver sus paletas, te observaba atentamente.

Le besaste toda la pelvis, suave y lampiña. Intuiste que estaba depilado, no sabías por qué, pero eso te prendió aún más.

Acercaste tu cara hacia su entrepierna y tomaste un respiro hondo, pudiste olerle, te encantaba el olor a hombre que desprendía. Le besaste por encima del joggin, sentías su pene duro.

El Dibu se bajó el pantalón y el bóxer al mismo tiempo, te mostró su paquete, levantándolo con la mano. Lo viste, se estaba mordiendo el labio inferior y te admiraba, completamente embebido en excitación.

No pudiste evitar sentir como te derretías ante su miembro duro y grande. Era grueso, largo y su glande era rosado. Abriste tu boca, el Dibu arrimó más su pene para que pudieras chuparlo.

Saboreaste la punta de su pene, dividiendo la línea de su uretra con la lengua. Sentiste el sabor de su líquido preseminal, era salado y ligero.

Dibu gimió en silencio. Dejando salir un suspiro de su boca y tirando su cabeza hacia atrás. Agarraste su miembro con tus dos manos y comenzaste a chuparlo. Su estómago se contraía del placer.