Cap 16 pt 1: Argentina.

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El camino a casa se hizo eterno, sentías que no tenías coraje para llamarlo, tampoco habías tenido la chance de decirle lo que te pasaba a la cara.

Cuando llegaste, entraste a la habitación, ignorando los llamados de tu papá que estaba sentado con Luka en el comedor. La gente te miraba, solamente querías tirarte en la cama a llorar.

Te paraste en frente del ascensor, tocaste el botón, la flecha indicaba que iba para arriba. Decidiste que no tenías ganas de esperar, entonces subiste por las escaleras hasta tu piso, cada escalón se sentía más y más arriba que el anterior.

Llegaste a la 106 y giraste la llave, entraste cerrando la puerta detrás tuyo. Sin mirar hacia atrás te dejaste caer en la cama mirando al techo, las lágrimas corrían por tus mejillas sin necesidad de forzarlas.

Cerraste los ojos y te sacaste las zapatillas con los pies, te tapaste hasta la cabeza y giraste el cuerpo apoyando tu cara en la almohada. Respiraste el olor de Emiliano que desprendía la remera que estaba debajo de tu almohada.

Deslizaste tu mano en el colchón y agarraste la remera, te la pusiste en el pecho (lo cual te hizo sentir peor). Te quedaste dormida.








-... les agradecemos la comprensión y reiteramos sobre la interferencia de los dispositivos electrónicos. Recuerden que su equipaje de mano debe estar en los compartimientos superiores de los asientos donde...

No habías vuelto a hablar con Emiliano, sabías que los jugadores estaban llegando (si no habían llegado ya) a Argentina con todo el equipo que se había trasladado con ellos.

Ni una llamada, ni un audio, ni un mensaje, ni un like. Nada. ¿No era extraño?, quizás después de todo, no era la gran cosa lo que había sucedido entre ustedes. Para vos sí, pero quizás no para él.

¿No era extraño?, sentías que todo había sido un sueño, a veces imaginarte que era así, resultaba más cómodo que recordar que no te estaba hablando.

Quizás no era extraño, quizás la extraña eras vos.

El avión despegó. Te pusiste los auriculares y te miraste los pies, mientras escuchabas "Strange" de Celeste.

Recordabas las noches donde Emi se dormía en tu pecho, las noches donde vos te dormías en el suyo. Los días hablando por teléfono, riendo y hablando de cualquier cosa con tal de alargar los minutos de llamada.

Recordabas también los cómodos silencios a la distancia que se sentían como un largo abrazo, donde ninguno de los dos precisaba decir nada, y sólo bastaba con sentir el cariño para saber que estaban cerca.

Te gustaría haber fingido que sí, pero este no era uno de esos silencios.

El viaje se hizo corto, como cualquier viaje de vuelta. Habías tenido que mentirle a tu papá sobre la llamada con Emiliano para no sentirte aún más patética, si es que la posibilidad existía.

Sobre Luka, habían quedado en verse cuando ambos estén en Argentina, pero la verdad es que dudabas que fuera a suceder.

Luego de la parada técnica y haber retomado el vuelo, llegaste a Argentina. Tu papá tomó un taxi hasta su casa, en el viaje te dormiste en su hombro. Él te acariciaba el cabello.

Era un hombre inteligente e intuitivo. Sabía que no te encontrabas bien, y también sabía que había veces donde el silencio era más reconfortante para vos que una charla. Él podía discernir entre momentos y momentos, sabía que éste era uno de aquellos donde guardar silencio era la mejor opción, entonces hizo lo que debía.

Al día siguiente te sentías descansada, a la mañana habías arreglado para ir a tomar algo con Mercedes, tu mejor amiga que, de hecho, no estaba al tanto de todo lo que te había pasado las últimas semanas. Aprovechaste la ocasión para verla (que la extrañabas), y contarle todo.

Luego de almorzar, fuiste a la cafetería habitual donde tu amiga y vos se encontraban.

-¡Mechi! -dijiste sonriendo.

Mercedes se levantó del asiento y te abrazó, te dio un beso en el cachete y se sentaron a conversar mientras tomaban un latte.

Mechi era una chica de estatura media con tez caribeña y complexión delgada. Pómulos definidos pero con cachetes, la nariz regordeta y los labios gruesos, su cabello negro azabache siempre brillaba en el sol.

-¿Vos me estás diciendo en serio? -te observaba con sus ojos negros almendrados.

-Te lo juro.

-¡Qué asco! Los futbolistas al final terminan siendo todos iguales. Se desentienden de absolutamente todo, total...

-Que una lidie sola con las cosas -respondiste.

-Tal cual... No son los futbolistas igual, son todos. Todos son así -comentó Mercedes.

-Sí... te juro que te hubiera creído si me decías que era un asesino serial, antes que un sorete.

-Es que no parece para nada de esos.

-No...

Mechi sorbió del latte.

-A este punto, el único decente tiene que ser Messi. Sino ¿qué nos queda a nosotras? Mierda...

Reíste. Extrañabas charlar con Mechi, después de tanto tiempo en Qatar, volviste a sentirte en casa.

En la televisión de la cafetería estaban pasando el recorrido de la selección en Buenos Aires, vos lo observaste con detenimiento, buscando a Emiliano.

Ella se giró y observó con vos.

-Ay mamita... mirá cómo se sacan la remera. ¿No se piensan poner protector solar? Tu ex-marido va a quedar frito.

-No es mi ex-marido boluda... marido es lo más lejano que pudo haber sido.

-Y sí... por lo menos los ex-maridos te pasan plata después de arruinarte la psiquis.

-Tampoco me arruinó la psiquis...

Mercedes se dio vuelta y te miró.

-Mmm... por lo menos una ex-esposa reconoce que es divorciada.

-Bueno, ya está el chiste. Callate.

-Y encima tenía fetiche con los pies.

Te querías reír.

-Encima, ¿me dijiste que no se cuidaban?, mirá si te agarraba una ETS. Todas las red flags el chabón...

-Sí, igual yo cuando me levanto siempre tomo la anticonceptiva. Pero no se cuidaba con preservativo.

-Bueno, ¿ves? Ahora te vas a tener que hacer estudios por su culpa. ¿Y él dónde figura en todo esto? En ningún lado, está ahí -señaló la televisión con su cabeza-, festejando.

Te pusiste triste, se te notaba en la cara.

-Dale boluda... ya está -te tomó de la mano-. Ahora en navidad vamos a salir y te voy a presentar a un amigo alto como él.

Sabías que Mercedes estaba intentando consolarte, y ojalá hubiera sido posible en una tarde. Pero te iba a tomar más trabajo que eso.













(La segunda parte sale en un par de horas), gracias siempre por su apoyo, sus comentarios y por votar 💓🫡.

Dibu Martínez (+18)  "Mirá que te como" 🔥 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora