Cap 18: Emi and dad.

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El auto amortiguaba las gotas de lluvia que golpeaban contra las ventanas. El limpiaparabrisas se movía de un lado a otro, Emiliano sostenía el volante con una mano mientras escuchaban música desde los parlantes.

—¿Estás bien? —te preguntó.

—Sí —respondiste.

Te acarició el muslo.

Estaban llegando a tu casa y la lluvia no se detenía, Emi estacionó concentrado.

—Gorda

—¿Mhm? 

—¿Cómo se llama tu viejo? —te preguntó mientras se observaba en el espejo retrovisor y se limpiaba el rostro con la mano.

—Fernando —respondiste.

—Bueno —respondió aclarando la garganta. Te observó.

«¿Estoy bien?»

—¿Me estás jodiendo? Mi viejo te conoce. Toda la Argentina te conoce —reíste incrédula.

Emiliano parecía haberse olvidado de ese mayúsculo detalle, le cambió la cara y sonrió nervioso mirándose los pies.

—Sí... ya sé. Pero es distinto. Tu viejo me debe conocer, pero en realidad no me conoce, ¿entendés?, no me va a juzgar con la misma mirada que dentro del partido. 

Tenía razón, algo se revolvió en tu estómago y lo tomaste de la mano. 

—Bueno, pero ya estamos acá. 

—Obvio —te dio un beso en los labios y se desabrochó el cinturón—, agarrá una caja de alfajores que yo agarro las bolsas.

Le hiciste caso y bajaste del auto, abriste la puerta trasera y viste la pila de cajas. Tomaste una y cerraste la puerta, Emi te esperaba con las bolsas en las manos, aguardando tu entrada antes que la suya. 

Caminaron hacia la puerta de entrada y vos metiste la llave en la cerradura destrabando la puerta con un giro hacia la izquierda. Empujaste la puerta con la mano y caminaron hacia la cocina, estaba tu papá tomando mates. 

Tu papá levantó la mirada y te observó, sorbió de la bombilla y notaste que tragó con rapidez, tosiendo. Lo había visto a Emiliano Martínez detrás tuyo con dos bolsas de plástico, se incorporó de la mesada con rapidez.

—Dejá las bolsas ahí —le dijiste a Emi señalando la mesada. Él te hizo caso y una vez que se encontró con las manos libres, le extendió el brazo a tu papá. 

Estrecharon las manos y tu papá te observó desconcertado. 

—Qué tal, un gusto conocerlo. Soy...

—Sí, Martínez. El Dibu —respondió tu papá.

«¿Vos estás saliendo con mi hija?», preguntó sin rodeos.

Emiliano te observó momentáneamente.

—Sí, señor —respondió.

—¿Desde cuándo? —instó.

                                                                                 ***

Tu papá y Emi charlaron incesantes. Te resultaba llamativo la soltura con la que Emiliano podía mantener una conversación, sonreía en los momentos precisos y se mantenía serio cuando convenía serlo. Podías notar que tu papá lo analizaba con cuidado.

Naturalmente, Emiliano percibió que estaba siendo examinado, actuó como un hombre perfecto, si es que ya no lo era. Tu papá de vez en cuando daba el brazo a torcer y largaba alguna que otra carcajada. Después de todo, era con un campeón del mundo con el que estaba tomando mates. 

Dibu Martínez (+18)  "Mirá que te como" 🔥 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora