S I N O P S I S

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No podía despegar mis ojos de ellos.

Verlos tomados de la mano generaba un nudo en mi garganta, uno que me hacía sentir ahogada y oprimía mi pecho como si fuese un recordatorio de que él nunca sería mío.

El verano había quedado atrás, agosto ahora solo era un sueño pasajero y las manecillas del reloj avanzaban indicándome que el tiempo estaba corriendo y yo seguía estancada. Todo parecía irreal; los recuerdos, las risas, los encuentros detrás del centro comercial, nuestras manos rosándose, aquel beso accidental debajo del enorme árbol donde solíamos vernos, sus dedos aferrándose a mi cintura, nuestras respiraciones agitadas, la confusión en su mirada, el dolor de su alma, el llanto de la mía.

Y es que todo pasó tan deprisa que a veces me preguntaba si fue real o solo se trató de un sueño o de una mala jugada de la vida.

Quería odiar nuestro primer encuentro, deseaba aborrecer su persona y borrar de mi memoria todo aquello que nos relacionaba.

No había más motivos para pensar en un "nosotros".

No cuando ella está a su lado y de vez en cuando me dedica rápidas miradas para asegurarse de que soy testigo de la forma en que besa su mejilla y peina sus desordenados rulos.

Mamá dijo que este viaje sería una nueva oportunidad, un recorrido de aprendizajes positivos que me llevaría para siempre, pero ¿cómo le explicaría que me había enamorado de alguien prohibido?

Ser adolescente apestaba porque la vulnerabilidad nos dejaba más expuestos y la revolución de pensamientos engañosos solo se reían de nosotros.

Sus ojos se enfocan en los míos y puedo ver que hay preocupación en ellos. Yo desvío la mirada y pretendo jugar con mis dedos ¿a dónde podía ir? lo mejor era olvidarme de esta historia y darle vuelta a la página, pero a veces la curiosidad es mayor, así que termino levantando la vista y lo descubro aun observándome.

¿Por qué me sentía así? Esto era demasiado para un amor de verano porque nunca fue mío para que lo perdiera. Debería irme y pido perdón, porque a pesar del dolor, yo seguía enamorada de esos ojos verdes que nunca me pertenecerían.

WHAT A TIME | H.S. (1)Where stories live. Discover now