Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
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Sé que debería ser más optimista, detenerme un momento para pensar en lo positivo, incluso motivarme a seguir adelante y encontrar nuevos escenarios en los cuáles aventurarme.
Pero simplemente no puedo.
Y me encantaría ser una de esas chicas que se empoderan cuando algo no sale bien y este tipo de rupturas solo provocan fortaleza y dureza en ellas, amaría poder ver mi imagen en el espejo y retocar mi maquillaje solo para demostrar que me encuentro bien y que esta situación no duele demasiado; pero lamento decepcionar al lector de esta historia por no ser la excepción, porque mi realidad es que destrozaron mi corazón y ahora siento que debo huir pero no tengo a donde correr. No puedo porque lo único que percibo hoy en día son tonos grises y un mar de personas girando a mí alrededor mientras yo me quedo estática, entumida y entristecida.
Era impresionante como el mundo seguía avanzando de la misma manera; la gente en el pueblo sonreía, el sol adornaba cada mañana, el autobús seguía con su recorrido de siempre, la estación de radio que él suele escuchar continúa reproduciendo sus canciones favoritas como cada día y yo no podía creer que nadie estuviera presenciando como el corazón se me desmoronaba y el color de mi vida se convertía en oscuridad.
Me estaba retorciendo en mi propia miseria y no me importaba, porque habían pasado dos semanas completas desde que lo mío con Harry terminó y hasta ahora, no conocía un dolor mayor al que estaba atravesando por su ausencia.
Soy consciente de que debería volver a pensar en mis prioridades, como el hecho de que mi familia está en su peor momento y que mi rendimiento en clases ha bajado durante los últimos días ya que he me permitido tocar fondo, pero es que honestamente, por ahora solo puedo vernos perdidos en los recuerdos de aquel verano donde lo único que parecía importar era el aire salado y escribir mi nombre sobre su espalda iluminada bajo el sol.
Agosto se convirtió en un momento en el tiempo porque nunca fue mío.
- ¿Crees que algún día deje de doler? - pregunto rompiendo el silencio de la panadería
- Lo hará, es cuestión de tiempo - responde Louis
Asiento nada convencida, supongo que a veces era bueno escuchar este tipo de palabras solo para creer un poco en ellas y confiar en que se vuelvan realidad.
- He visto que en las películas arrancan los pétalos de las flores para saber si alguien te quiere - murmuro y tomo una margarita que reposa en la jarrón de flores que Barbara constantemente cambia
- Eso es muy cursi y tonto y realmente no creo que esto te dé las respuestas - señala mi amigo, pero decido ignorarlo
- Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere... - sigo con esta acción pétalo por pétalo hasta que estos se me agotan - Me quiere...
