Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
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Me encontraba demasiado nerviosa desde aquella tarde. Pero para ser honesta, esta emoción que me embriagaba no era para nada comparada con aquella sensación que suelo experimentar cuando algo malo ocurre, todo lo contrario; podía sentir las famosas mariposas revoloteando en mi estómago y creando un nido que las haría quedarse ahí por un buen rato.
Durante esta tarde, extrañamente el centro comercial se encontraba abarrotado, es decir, tal vez no era como en las grandes ciudades, pero si podía afirmar que gran parte de la población de Holmes Chapel se encontraba aquí.
- Violette, si estás con nosotras ¡manifiéstate! - escucho de pronto la voz de Sophia sobre mi oído y esto me hace parpadear repetidas veces, cosa que le causa gracia a mis acompañantes
- ¿Qué ocurre, Violette? Llevas toda la tarde dispersa
- Es porque Harry no está
- Eso no es verdad - me defiendo
- ¡Claro que sí! - Sophia ríe - Desde que se marchó has andado por ahí como un pequeño cachorro triste
- Gracias por la comparación - ruedo los ojos y mi prima toma mi mano - Pero estoy bien, puede que un poco preocupada pero solo eso
Efectivamente, Harry no se encontraba en el pueblo.
Había escuchado a voz de Niall que el abuelo del ojiverde se encontraba delicado de salud, por lo que tanto él como su familia, tuvieron que ir directamente al pueblo en el que vive el hombre mayor para corroborar que todo estuviera en orden.
Tres días habían transcurrido desde lo ocurrido detrás del centro comercial y ninguno de los dos había hablado de ello.
Hasta ahora, la única comunicación que habíamos tenido era por mensajes y la verdad, es que solo era para hablar sobre la salud de su abuelo.
- Parece que no tardan en regresar, al menos eso fue lo que Anne le dijo a mamá. Seguramente llegarán para el sábado, así que puedes estar tranquila, tu fiel amigo estará aquí pronto - la rubia habla y sin evitarlo me sonrojo - Ahora, si están de acuerdo, podemos regresar a aquella tienda que vimos al principio, definitivamente quiero probarme esos dos vestidos
- ¡¿Ves a lo que me refiero?! - Emily dice
- Odia venir de compras - menciona mi prima
- No, amo las compras, lo que odio es venir contigo, nos haces recorrer todo el lugar, tienda por tienda para que al final o no compres nada o nos hagas volver al inicio
- A todo esto ¿por qué hay tanta gente hoy? - pregunto
- Porque la mayoría se están preparando para el sábado - responde la castaña y yo frunzo el ceño - Violette, el Festival de luces - dice obvia - ¡Hemos hablado de eso toda la semana!
