Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
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Tomo asiento en uno de los taburetes altos que están instalados en la cocina y comienzo a mecer mis piernas al ritmo de una canción que tarareo. El reloj que cuelga de la pared me muestra la hora y calculo los tiempos que mi prima hace del colegio a su casa. En el lugar, solo podía escuchar el ruido de las manecillas y el crujir de la madera cada que una de mis extremidades se mueve.
Estaba aburrida y mi espalda me dolía por estar recostada gran parte de la mañana. Busqué entretenerme haciendo quehacer, sin embargo, todo estaba limpio para cuando desperté; envíe mensajes a mis amigas para conversar un rato, pero la diferencia horaria aún me confundía y en ocasiones olvidaba que durante las primeras horas de mi día, en América representaban la madrugada.
Quería este empleo.
Por alguna razón, una parte de mí se rehusaba a pasar todo mi tiempo en la casa de mi tía y no es que el trato hacía mí sea malo, al contrario, pero una resistencia me recordaba que este no era mi hogar y para llevar aquí poco menos de una semana, no me era suficiente para sentirme en "libertad".
Suspiro y bajo del taburete para servirme un vaso de agua, sin embargo, el timbre de la casa llena el silencio y mis movimientos se ven detenidos. Era extraño, pensaba que Sophia tenía llaves.
Corro hasta la entrada principal y tomo un poco de aire antes de abrir la puerta.
- Violette - Harry me saluda con una agradable sonrisa
- Hola - lo saludo un poco tímida - Y ¿Sophia?
- Se ha quedado en el colegio buscando algún tutor que le ayude con su examen final de estadística. Me ha pedido que te diga que nos alcanzará en la panadería
- De acuerdo - asiento
- ¿Cómo estás? ¿Lista para ir a tu entrevista de trabajo?
- ¿Realmente me harán una entrevista?
- ¡Por supuesto! Espero que también tengas en orden tu papeles, así será más fácil que obtengas el puesto
- Amm...en ese caso, creo que yo...
- Solo estoy bromeando, es una panadería - me interrumpe con una pequeña risa - ¿Lista?
- Creo que sí - murmuro y reviso que en mi pequeño bolso lleve mi celular y las llaves que mi tía me había entregado
- ¡Perfecto! ¡Vamos! - Harry espera a que cierre la puerta detrás de mí y sin más, sigo su andar por las tranquilas calles de Holmes Chapel - No has respondido mi pregunta ¿cómo estás?
- Oh, bien, gracias - respondo
- Es un gusto saberlo
Puedo percatarme de que después de sus palabras, nos quedamos en completo silencio. Nuestras pisadas suenan en el pavimento y yo juego con la correa de mi bolso tratando de calmar el nerviosismo que cargo conmigo.
