Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
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Espero a que Heather termine su clase de música y mientras lo hago, intento concentrarme en una nueva canción que he pensado en escribir, pero nada ocurre, así que dejo todo de lado y conecto mis audífonos a mi celular para escuchar algo de música; pongo mi lista de reproducción en aleatorio y dejo que cualquier canción llene mis oídos.
Cierro mis ojos y un quejido se escapa de mis labios cuando percibo el dolor de espalda que lleva acompañándome algunos días, ya que desde que comencé a trabajar para el padre de Heather, gran parte de las tardes la paso sentado en una silla encorvado revisando uno y cien documentos.
La buena noticia es que hoy teníamos la tarde libre, así que solo la estaba esperando para que no estuviera sola cuando su padre viniera por ella.
Me sentía extraño al convivir tanto con su familia, ya que usualmente era poco común que mantuviera contacto con sus padres tomando en cuenta lo reservados que pueden llegar a ser; en el pueblo, pocos eran quienes mantenían contacto con la familia de Heather, pues al ser los dueños de una empresa bastante importante en Cheshire, era normal que su padre se volviera ajeno a lo que pasaba a fuera de su negocio y que su madre solo tuviera tiempo para sus tareas como ama de casa y madre de tres hijos. En Holmes Chapel, Heather era la única con el tacto de tratar a la mayoría de la población y es que con su personalidad, era fácil que le agradara a medio mundo y por ende, fuera conocida por su dulzura y carisma.
Por inercia, abro los ojos y observo la hora en la pantalla de mi celular, frunzo el ceño, pues todo indica que la clase de música ha terminado y Heather no ha salido del colegio. Espero un par de minutos, pero cuando percibo que sus compañeros salen por la puerta principal, menos ella, me pongo de pie tomando mi mochila conmigo y me dirijo hasta el interior del colegio. Recorro los pasillos saludando a quienes se cruzan en mi camino pero con mi vista siempre enfocada en encontrar aquella cabellera rubia.
No aparece, así que sin pensarlo, camino directamente hasta el salón de música y es ahí donde la encuentro, sin embargo, Heather no está sola, con ella, Inés se encuentra hablando animadamente y con aquella sonrisa falsa que la caracteriza.
Trago duro y por unos segundos miles de escenarios se cruzan en mi mente.
Me paralizo, sobre todo cuando veo una clase de molestia reflejada en el rostro de la rubia, sus ojos están enfocados en el suelo y asiente de vez en cuando. No lo pienso más e ingreso.
- ¡Heather! - pronuncio su nombre con mayor fuerza de lo que planeaba
- ¡Oh! ¡Hablando del rey de Roma! - Inés dice con una pequeña risa
- ¿Cómo están? ¿Qué hacen? - pregunto ignorándola
- Le estaba dando la bienvenida a tu novia, se echaba mucho de menos por aquí ¿no crees? - la pelinegra responde - Bueno ¿qué estoy diciendo? Me parece que tu sobrellevaste demasiado bien su ausencia - suspira - Es bueno ver que tienes a grandes amigos que te levantan el ánimo ¿verdad, Harry?
