Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
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El timbre que anuncia el fin de clases se escucha por todo el colegio y el alivio que siento es enorme, pues la clase de física comenzaba a hartarme.
A la par de Louis, recogemos nuestras pertenencias y aguardamos a que Niall y Liam hagan lo mismo para salir en conjunto del salón. Liam estaba siendo un experto a la hora de ignorarme y si él pensaba que podía ser el único en jugar a esto, se equivocaba; durante los últimos días habíamos aprendido a convivir en el mismo lugar pero sin dirigirnos la palabra, así que seguir haciéndolo por un tiempo más no parecía ser algo del otro mundo.
¿Por qué tenía que ser yo quien lo buscara para seguir conservando su amistad? Las cosas habían quedado claras y ahora mismo, este asunto quedaba hasta abajo en mi lista de cosas que me parecen una prioridad, pues honestamente, en este instante lo único que me genera inquietud es el hecho de que Harry no se ha presentado en el colegio y que no responde mis mensajes.
Busco a Sophia con la mirada y pronto la encuentro conversando con compañeros de su clase. Cuando se desocupa, le hago una seña desde mi lugar y al detectarla, camina hasta mí.
- ¿Estás lista para volver a casa? - pregunta
- Sí, nos vemos mañana, chicos - me despido de todos al igual que ella y salimos del colegio
El camino es sumamente tranquilo y la charla que tenemos es de lo más simple basándonos en nuestras clases y actualizarnos de chismes que han ocurrido con nuestros profesores o compañeros.
Se suponía que hoy debía presentarme en la panadería, por lo que necesitaba ser rápida al momento de cambiarme de ropa, comer y llegar al trabajo con Barbara, Silvia su hermana y Zayn. Me parecía que definitivamente me había acostumbrado a la rutina, así que sabía que al llegar por la noche debía poner mi ropa sucia en el cesto, ordenar mi habitación y ver si Harry...
- Mamá está en casa - Sophia anuncia abruptamente interrumpiendo mis pensamientos
Levanto la vista y, efectivamente, veo su automóvil rojo aparcado a un lado de la acera.
Esto era extraño y comprendía la sorpresa de mi prima, pues la tía Sandra solía llegar hasta la noche tomando en cuenta que al salir del trabajo se iba directo a sus clases de pilates.
Nuestro paso se acelera, pues aunque ninguna de las dos lo diga, es evidente que nos preocupamos. Sophia camina por delante y la sigo a toda prisa casi pisándole los talones, saca sus llaves y rápidamente inserta una de ellas en la manija de la puerta para poder abrir la misma.
La sorpresa que me llevo al ingresar es enorme y mis ojos se agradan mientras que por mi cabeza pasan uno y mil escenarios posibles.
