Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
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Desde mi lugar y por lo bajo, estudio detenidamente el rostro de la pelirroja, quien tiene el ceño fruncido y muerde ligeramente su labio inferior, parecía que estaba demasiado metida en el nuevo libro que estaba leyendo y mi intención no era interrumpirla.
La biblioteca se encuentra en completo silencio y aunque mis deseos de estar aquí eran nulos, era un alivio tener a Violette cerca.
Este era el último día de estudio con mis amigos, pues el día de mañana, los chicos presentarían aquel examen de estadística que los ha mantenido tensos y con la incertidumbre de seguir en el colegio o no. Creo que era una obviedad el hecho de que no los correrían del instituto, solo era una manera de generarles presión y un poco de miedo y de hecho, parecía que estaba funcionando.
Espero pacientemente a que alguno de ellos me entregue su cuadernillo con los problemas resueltos y mientras aguardo, vuelvo a poner mis ojos en Violette, quien ha decidido acompañar a su prima debido a que necesitaba entregar cuatro libros que había sacado de la biblioteca del pueblo y ahora requería más. Enfoco mis ojos en la portada del libro que tiene entre manos y descubro que en esta ocasión está leyendo algo de suspenso, cosa que me parecía interesante, pues siempre solía elegir los de romance.
En ese momento, las pupilas de sus ojos se elevan enfocándose en mí y aunque bien podría disimular, decido seguir observándola con una pequeña sonrisa que es correspondida con otra sonrisa cómplice.
— ¡He terminado! — grita Louis y se gana una mirada molesta de la bibliotecaria, quien justo se encuentra pasando por nuestra mesa — Como si interrumpiéramos a alguien — habla ahora en voz baja y rueda los ojos
— Veamos — murmuro y tomo su cuaderno
— Ahora vengo, iré a buscar otro libro — escucho que Violette menciona a su prima y aunque no la veo, detecto sus movimientos cuando se pone de pie y se marcha
— Seguro hiciste trampa — acusa Niall
— O probablemente todos están mal — Sophia dice divertida — ¿Quieres apostar?
— Váyanse a la mierda — Louis los observa con el ceño fruncido
— En realidad, todos están bien — interrumpo su discusión con un tono de voz sorprendido
— ¡¿Qué?! — preguntan todos, incluido el dueño del cuadernillo
— Louis, todos están perfectamente bien hechos, amigo ¿cómo le has hecho?
— Estuve practicando en mi casa — sonríe orgulloso y yo le sonrío de vuelta contento de escuchar eso — Ahora, Harry, ponnos ejercicios más difíciles, estos son muy sencillos, como para niños estúpidos
