Jisung junto a su hermano menor y mejor amigo cansados de fracasar en la vida por problemas económicos deciden robar en una tienda de comestibles para así ayudar a sus familias...
Pero Jisung no tiene idea de cómo llego a ser el líder que encabeza e...
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La fiesta de cumpleaños era con temática de unicornios, el jardín de la casa Jisung destacaba por los colores pasteles de la decoración, contrató un castillo inflable donde los niños estaban muy entretenidos.
Soni y Dongi estaban muy felices. Estaban vestidas de princesa con una corona de unicornios en su cabeza, estaban recibiendo muchos regalos y comiendo delicioso.
Jisung observaba y fotografiaba a sus pequeñas junto a Jeongin quien ayudaba a su pequeño a rebotar en una orilla del castillo, Felix estaba junto a ellos riendo. Chan le observaba apoyado desde la mesa de comida, sonriendo enormemente, odiaba tener esa maldita enfermedad y no poder hacer nada al respecto.
—Ey tanto tiempo, ¿Como estás?—le saludó Jaebeom apoyandose junto a el.
Chan le sonrió algo tenso, Felix le había contado absolutamente todo, nunca le había caido bien ese tipo y sabiendo lo que le hizo a Jisung, ahora era peor.
—Bien, recuperándome ¿Tú qué tal?—le respondió Chan educadamente sin dejar de mirar a su esposo tan lindo riendo.
—Pues aquí, ayudando a decorar.—decía Jaebeom mientras le enseñaba los globos.
Chan levantó las cejas sorprendido.
—Creo que es lo mínimo que puedes hacer.—le decía Chan sincero.
Jaebeom suspiró.
—Lo sé, Jisung apenas me dirige la palabra.—le confesó este.
—Sopongo que es normal, le hiciste cosas terribles.—Dijo Chan siendo sincero nuevamente.
—Pero no fue a propósito, Chan, yo lo amo.—Decía Jaebeom mirando hacia Jisung, quien reía junto a las niñas, tan atractivo como siempre.
—A una persona que amas no le haces eso.—contestó Chan bebiendo de su jugo.
—¿Tu crees que vuelva conmigo en algún momento?—le preguntó Jaebeom al otro hombre.
—Esa es una decisión que debe tomar el, pero como lo conozco, no creo que lo haga Jaebeom.—djo Chan haciéndole una mueca.
—¡Vamos a cantar el cumpleaños feliz!—informó Jisung en voz alta, mientras corría hacia la cocina en busca del pastel.
Chan se alejó de Jaebeom y fue en busca de Felix abrazándolo por la espalda mientras besaba su mejilla.
Jaebeom tomo en brazos a sus gemelas, cada una acomodada sobre sus caderas, Jisung con una enorme somrisa al ver a sus hijas emocionadas, encendió las velas y puso el pastel frente a ellas.
Todos los invitados comenzaron a cantar al unísono.
Minho con una sonrisa se apoyó en la puerta donde iniciaba el jardin de la casa, observando como las pequeñas hijas de Jisung soplaban las velas con el número seis, el también decidió unirse al aplauso de los invitados.
