02. Dejame en paz, Pablito

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Minuto 10'

Tenía que levantarse, ir a luchar por recuperar la pelota que le acaban de robar, pero por alguna razón sus piernas no le respondían y los brazos le temblaban. No comprendía por qué pero una opresión en el pecho le empezó a asfixiar como si sus pulmones lucharan por oxígeno mientras la garganta se le cerraba con sequedad en la boca. No tenía sentido, el partido apenas empezaba pero ya sudaba como si estuviera en tiempos extra.

Entre sus latidos desbocados escuchó al público correarlo, aclamarlo "Messi" todos le llamaban y Pedri levantó la vista ante el San Mamés. La afición del Athletic se convertía en un borrón ante su vista y tuvo que cerrar los ojos con fuerza para volver a abrirlos ante el Camp Nou, camisetas blaugranas en una sola voz reclamando un solo nombre transformándose en pitidos agudos perforándole los tímpanos. Al costado de la cancha observó el tablero electrónico levantado al aire con el número 16 en rojo y el 30 en verde. De pie a su lado hizo contacto visual con Gavi que parecía juzgarlo con la mirada esperando a que saliera del campo para hacer el cambio. Los silbidos se volvieron ensordecedores y tuvo que cubrirse los oídos sintiendo que le sangrarían en cualquier momento. Sin soportarlo más cerro los ojos gritando con todas sus fuerzas al sentir que algo parecía subir por su garganta.

Despertó del susto empapado en sudor encontrándose con la oscuridad de su habitación en el hotel de Bilbao. Intentaba controlar sus respiraciones ahogadas pero algo parecía interponerse en su garganta. La urgencia creció en él y a trompicones terminó en el baño vaciando su estómago mientras abrazaba el retrete. Se sentía horrible viendo todo lo que acaba de sacar sin control alguno.

—Otra vez.—Pensaba en voz alta temblando mientras recordaba en lo recurrente que se había vuelta esa misma escena en las últimas semanas.

—¿Qué ocurre?—Escuchó a lo lejos la voz de Eric su compañero de cuarto aún adormilado que parecía caminar hacia el baño. Al asomarse no parecía muy sorprendido aún con el ceño fruncido por la iluminación.—Te dije que no comieras esa barra energética.

—¿En serio me estas regañado justo ahora?—Se quejó aun con la cara metida en el óvalo frente a él. Sí, tal vez no debido comer esa barra de procedencia dudosa que se encontró en su mochila y que probablemente llevaba caducada más de un mes, pero terminado el partido sentía que si no se metía algo al estómago se desvanecería en cualquier momento. Además, no es la primera vez que come algo así, solo son frutos secos y mani ¿que tanto daño puede hacer? No, esto era algo más. Él sabía muy bien pero nunca lo admitiría en voz alta.

—Llamaré al medi-

—¡No!—En seguía lo cortó incluso sorprendiéndose a sí mismo—Digo, me siento bien, como nuevo—Decía intentando recobrar su característica tranquilidad levantándose y andando como si nada.—Rejuvenecido, renacido y todo lo que vaya con "re"—Hablaba como si acabara de ir al spa en lugar de sacar hasta su alma en escusado. Le diría lo que fuera necesario para convencerlo y no molestar a nadie más por sus estupideces tan tarde en la madrugada.—Me voy a duchar.—Fue lo último que dijo sonriente antes de cerrarle la puerta en la cara a su amigo.

—Realmente—Escuchaba la voz molesta de Eric al otro lado.—No me puedo creer lo idiota que puedes llegar a ser cuando te lo propones. Eres un puto futbolista profesional, deberías cuidar bien de ti, joder.

—Que pesado señor perfecto, como si nunca te hubieras comido nada un poco pasado.—La discusión no hacía nada más que subir de tono.

VICEVERSA [ Pedri • Gavi ] Where stories live. Discover now