VICEVERSA [ Pedri • Gavi ]

sudor

PARTE II

| [ Bajamar, 2016 ] |
"El portero es la posición más importante."

La voz de su padre se perdía entre el canto de los grillos esa bochornosa noche de verano. Recién terminaba un partido de un torneo local que organizan entre amigos y la familia González López estaba sentada en las gradas de esa pequeña cancha de fútbol dejando que el orgulloso portero descansara después de su ardua labor debajo de los tres palos.

—Ni de broma—En seguida un Pedro de 13 años le llevaba la contraria mordiendo su paleta de hielo antes de sacar todos sus argumentos.—los mediocampistas son los más importantes. Tienen que defender, atacar, recuperar, repartir, controlar los tiempos, tienen que ser perfectos.

—¿Todo eso vas a hacer?—La voz chillona y exagerada de su hermano mayor le sacó una mueca de molestia por estarse burlando de él y su madre también parecía advertirle con la mirada que dejara al pequeño de la familia.—Si ni siquiera puedes defenderte.

—¡Claro que puedo!

—¡Uh, atrapa!—Le hizo la finta de lanzarle el balón provocando que estirara las manos y terminara soltando la paleta estampándose en el suelo.

—Fernando.—Escuchó la voz molesta de su madre pero se concentró mas en el pequeño Pedri estirándose para arrebatarle el balón sin lograrlo. Empezando un forcejeo entre ambos mientras más alejaba la pelota.

—Ya, ya, ya, el balón es pa' el portero—Su padre le quitó la pelota—y tú comparte tu helado.—Le advirtió y estaba por quejarse cuando vio el rostro de su madre amenazadora y terminó por cederle su paleta a su hermanito con sonrisa de ganador que se acomodó junto a su padre quitando los guantes de portero en el asiento aledaño. Los observó con curiosidad por unos segundos antes de dirigir su mirada a quien tenía de lado.

—Si te gustaba tanto ser portero ¿por qué dejaste el fútbol?—Hay una historia vieja de la que no se habla mucho en la familia, una sobre los tiempos en los que su padre fue fichado por un equipo de tercera división pero lo dejó al poco tiempo.

—Bueno...—Parecía compartir una mirada con su madre mientras lo pensaba.—cuando mi padre murió tu abuela me dijo que me encargará del negocio familiar, así que eso hice y ya.

—¿La culpa la tiene yaya?

—No, no, no le digan eso que me mata. Pero miren, si no lo hubiera hecho no hubiera conocido a su madre que trabajaba ahí y ustedes no hubieran nacido.—Los esposos se vieron con ternura mientras Fer hacía cara de asco.

—Pues no seré portero pero cuando debute en primera meteré muchos goles y te los dedicaré todos a ti.—Pedri decía muy seguro de si ganándose un abrazo de su padre por lo adorable que sonaba.

—No caigas en la trampa—Su hermano empezaba y en seguida Pedri le chito para que se callara porque está por decir alguna tontería.—te va pedir el nuevo PS.—Así el pequeño salió al ataque contra el mayor.

—¡Niños, no corran por ahí!—Les reprendía su padre sin mucha energía viendo cómo Fer ahora bajaba por las escaleras para entrar al campo y Pedri saltaba trepándose en sus hombros como mono.

—Dios mío—Su madre decía al ver cómo el mas grande daba vueltas intentado mandar a volar a Pedrito.—¡Los hermanos no deberían pelearse!

[...]

Por alguna razón sus días en Canarias volvieron a su mente, esos días poco antes de que siguiera a su hermano a inscribirse en una academia de fútbol juntos, esos días de canchas de terracería, arena, cemento o asfalto, de balones improvisados y dos botellas o rocas como porterías. Esos días que ahora lucen tan lejanos mientras escuchaba a los aficionados como un murmullo lejano y entre ellos las cámaras se colaban retratando cada poro de su rostro.