17. Sueño vivido

2.6K 181 69
                                    


Un relámpago hacia retumbar los ventanales de la sala atrayendo la atención de Gavi con un susto. Como si el rayo le hubiera caído a él y la electricidad viajara por todo su cuerpo sentía sus músculos vibrar, sus labios le hormigueaban con cada respiración temblorosa y sus ojos se perdían en la lluvia golpeando las ventanas.

—¿Ya no te sientes mal?—La voz de Pedri entró por su oído en un susurro al sentir sus labios moverse contra su oreja enviando escalofríos al darse cuenta que estaba acostado encima de él. Se apoyó en el codo para verle directo al rostro y sentir sus respiración agitadas entremezclándose. Apreciaba sus mejillas tan rojas e idénticas a sus labios húmedos y abiertos intentando recuperar el aliento.

—Creo que sigues mal.—Pedri volvía a hablar con voz ronca casi afónica como si hubiera estado gritando por horas. Aun sin entender lo que ocurría Pablo decidió quitarse de encima pensando que le estaba aplastando y por eso no podía respirar bien. Pero se detuvo al sentir piel suave entre los dedos de su mano derecha. Bajó la vista recorriendo el cuerpo de Pedro desde su cuello y torso lleno de mordidas, marcas de dedos, hematomas y rasguños hasta la parte baja aún cubierta por un pants gris debajo del cual se deslizaba su mano.

—Estas más enfermo que nunca.




—Si tiene síntomas se debe aislar.

Gavi abrió los ojos con un respingo y un espasmo recorriéndole de pies a cabezas. Sentía una extraña vibración como esa que solo tiene tras un partido frenético acompañada de su corazón acelerado. Pero no se encontraba en la cancha, su mirada reconocía la luz del sol entrando por las puertas de cristal del jardín, las cortinas blancas y vaporosas, la calidez que invadía su cuerpo arropado por una manta que arrugaba en un puño con todas sus fuerzas. Esa misma mano que parecía buscar algo más en su sueño. Por qué eso fue, solo un sueño ¿cierto?

—Ya está suspendido del partido contra el Mallorca por acumulación de tarjetas pero tú tienes que seguir viniendo a entrenar.

Reconocía la voz de Xavi como en una grabación haciendo eco por la estancia pero no le prestaba mucha atención al destensar su mano y su cuerpo con lentitud. Sintiendo la suavidad de la frazada bajo su palma presionaba viendo la superficie moviéndose al mismo tiempo que escuchaba una profunda inhalación. Pablo se detuvo al instante comprendiendo donde se encontraba por fin. Estaba acurrucado entre el respaldo del sofá y el cuerpo de Pedri con su mano justo donde la dejó en su sueño, sobre su pelvis con tres telas interponiéndose entre sus pieles. De alguna manera eso le aliviaba mientras pensaba ¿qué mierda fue ese sueño?

—Tenemos la Supercopa a la vuelta de la esquina y te necesitamos al cien. No puedes enfermarte ¿vale?

—Alguien ya calle a Xavi.—Se quejaba con su voz adormilada y sintió el pecho de Pedri bajo su mejilla temblando. Al subir la mirada se encontró con el canario conteniendo una risa sin éxito.

—¿Ese es Gavi?—Pablo parpadeó al escuchar la voz del entrenador saliendo del móvil y por fin terminó de despabilar con sus ojos enormes de sorpresa.

—Perdón, mister.—Se estiro sobre el cuerpo de Pedri para ver qué estaba en videollamada con Xavi y no era un mensaje de voz ni una grabación cualquiera.

—¿Qué voy a hacer con vosotros?—Xavi se restregaba ambas palmas contra su rostro viendo sus dos caritas juntas como si hubieran nacido cosidas.—Tú te vas para La Masía a la de ya.

VICEVERSA [ Pedri • Gavi ] Where stories live. Discover now