VICEVERSA [ Pedri • Gavi ]

25. Juntos

"Él los tiene."

—¿Qué?—Se encontraba en principios de temporada, Pedri recién regresaba de los Juegos Olímpicos y era espectador de un mini partido en el primer entreno. Bebía agua cuando Jordi hacía ese comentario como si estuviera pensando en voz alta a su lado.

—El de la careta.—Pedro siguió la dirección de su vista y se encontró con el nuevo chico de la cantera que se fracturó la mandíbula en temporada besando el suelo por milésima vez como si estuviera más fresco que nunca levantándose como si nada.—Tiene ojos de animal hambriento.

Muy pocas veces veía a lo que se referían cuando hacían esos supuestos elogios. Ni siquiera lo consideraba del todo un cumplido. Para él el hambre, la ambición y la pasión en exceso pueden nublar el juicio. Los jugadores pasionales nunca le han atraído del todo, siempre los prefería más técnicos y calmados. Pero ese día vio algo interesante en ese chico de rodillas y codos rojizos, corriendo con los cordones desatados lleno de tierra y pasto, parecía un animal salvaje. Nunca había sentido que alguien lo devoraba con la mirada, hasta que le conoció.

Han pasado meses desde entonces, el calor del verano ha sido remplazado por el frío del invierno, la luz del sol dio paso a la luna y las sombras de la noche, muchas cosas han cambiado desde entonces pero sus ojos no lo han hecho ni un poco. Aun lo observan a lo lejos con ese brillo inconfundible, con esa llama que nunca se apaga y ahí está Pedri, una polilla atraída por el fuego.

Veía a Gavi de pie en medio del parking desviando su atención cuando otros pasaban y se despedían para regresar la vista a Pedro, una y otra vez. Era todo un espectáculo para el canario, no podía creer lo bien que funcionó la estupida idea de Ferran de provocarle hasta que explotara. Era la idea mas simple e infantil que había escuchado, pero claro que algo así funcionaría con un crío como Pablo. Si algún día se entera que habló con Ferran sobre lo que ha estado sucediendo entre ellos, en especial que fue su idea que toda esa semana le tratara de esa manera tran extraña, la muerte es la siguiente parada para el valenciano.

Aun así hasta cierto punto a Pedri le parecía una buena idea, o más bien la propuesta convenció al Pedro que esa noche del incidente se vio en la necesidad de ducharse con agua helada en invierno para bajarse una maldita erección quedándose con las ganas de lo que podrían haber hecho. El enfado le duró los primeros días pero ya los siguientes estaba a nada de perder el pulso y ceder, estaba seguro que el menor nunca se dignaría a dar explicaciones. Como de costumbre, el ciclo de inútil social. Pero no se esperaba para nada que le confesaría su amor gritándolo en un autobús.

Ni el mismo Gavi parecía haberlo planeado y una vez que hizo eso la pregunta es ¿qué sigue?Ahora solo se observan a lo lejos mientras Pedri se despide de Eric. Y Pablo siente su corazón en medio de un infarto pensando que debe acercarse a él antes de que se vaya. Sintiendo que está improvisando en el momento dio un paso adelante y se detuvo al ver al canario caminar en una dirección completamente contraria a la de su auto hacia él. Se quedó quieto en su lugar parecido a un perrito esperando a su dueño.

—Te acompaño a La Masía.—Fue lo único que dijo el canario al pasar por su lado y empezar a caminar en silencio hacia el edificio de los dormitorios escuchando los coches en la avenida y los árboles bailar con el viento. Los dos estaban haciendo lo mismo observándose de reojo, desviando la mirada cuando se encontraban y esperando. Gavi esperando a que Pedro respondiera su confesión en forma y Pedri esperando que le explicara lo que ocurrió la otra noche o en el autobús, ya cualquier cosa que diga el menor es ganancia. Pero el silencio era lo único entre ellos viendo que el recorrido no es muy largo caminado y su tiempo de hablar se está agotando.