10. 𝙁𝙪𝙚𝙧𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙡𝙖𝙣

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ChaerYeong ya se había ido a hacerles guardia, después de explicarle a él en un pequeño resumen los beneficios que gozaba dentro del clan. Ellas lo tenían todo en el lugar donde vivían a pesar de que aquél cuarto lucía como una pocilga, pero esos beneficios venían a base de tareas y la suya era hacer guardia fuera de esa habitación.

No podía dormir, y de encima, quería vomitar, Seungmin había llegado anteriormente con el cuerpo lleno de sangre podrida, y él lo había podido ignorar mientras su vida era debatida por las brujas, pero ahora que se dedicaba a dormir ya no podía ser capaz de ignorar el putrefacto olor de las ropas del rubio.

Tenía frío, las cajas estaban duras, el silencio mortal era incómodo, podía ignorar todo eso pero el olor no.

Se levantó bufando. —Seungmin. —Llamó, el chico gruñó solo para indicarle que estaba despierto aún. —No quiero ser grosero pero tu ropa apesta.

Oyó al contrario suspirar, luego escuchó que se paró, caminó hasta la puerta y la golpeó con leves toquesitos, abriendo paso a la figura de su hermana con una lámpara pequeña de mano, luego le empezó a decir algo que Chan no alcanzaba a entender.

—¿Quieres que lave tu ropa mañana temprano? —Mencionó luego ella, Chan no podía escuchar lo que decían, pero podía verlo todo a pesar de la poca claridad, se mantenía atento por alguna razón a todos los movimientos entre su hermana y el chico.

Él negó. —El hedor desaparece un poco si la tiendes fuera.

Él observaba desde su posición cómo Seungmin se sacó las botas quedándose sus calcetines negros, se despojó de la sudadera ancha negra que tenía, manteniendo una camisa debajo, igualmente negra, y luego se sacó los pantalones negros, dejando mostrar un short también negro, Chan a este paso creía que su ropa interior probablemente sería negra.

Luego entregó la ropa a Chaeryeong, ella parecía preocupada.

—¿Seguro que no quieres una manta extra? —Chan si pudo escuchar eso, y vió a Seungmin declinar la oferta de nuevo.

Quería gruñir ante los cuidados que su hermana le estaba dando a él, pero sabía que ella solía tener esa actitud linda y servicial con todo el mundo, eso la hacía alguien muy conocida en el colegio, Chan también solía ser popular pero por razones opuestas a ella, los "gemelos Bang" eran famosos por ser como el yin y el yang, ella por ser la perfecta Bang Chaeryeong, y él por ser el perfecto imbécil BangChan.

Vió a Seungmin regresar a la cama de cartones y cubrirse con la manta, Chaeryeong cerró la puerta y no supo qué más pasó con ella, y por primera vez en mucho tiempo tampoco le importaba, su atención estaba fija en Seungmin, y se enojaba consigo mismo por la obsesión extrema que estaba desarrollando con el pequeño.

Luego de unos minutos, pudo oír su débil y pesada respiración en medio de la oscuridad y el frío, y no le agradaba para nada la forma en la que sonaba. Se sentó de nuevo en la cama de cartones y comenzó a sacarse la sudadera, repitiéndose mentalmente que solo le preocupaba que el chico no muera de hipotermia por la noche, si, solo eso.

—Seungmin. —Murmuró suavemente, Seungminvolvió a gruñir, eso le sirvió para saber dónde estaba en medio de la oscuridad. —Toma mi sudadera. —La extendió arriba de dónde creía que Seungminestaba.

—No es necesario.

—Joder Seungmin, no quiero amanecer con un puto cadáver frío mañana a mi lado.

Oyó al chico suspirar derrotado y este luego le arrebató la sudadera, Chan sonrió de satisfacción en medio de la oscuridad y se regresó a la cama de cajas para ahora si, dormir.

Tenía frío, las cajas estaban duras, el silencio mortal era incómodo, pero podía ignorar todo eso.


De la A(mor) a la Z(ombies)Where stories live. Discover now