20. 𝙈𝙞𝙨𝙞𝙤𝙣 𝙄𝙢𝙥𝙤𝙨𝙞𝙗𝙡𝙚 (𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙄𝙄)

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—¡Voy a matar a ese hijo de puta! —Chan golpeó la pared, preso del enojo. Jodidamente ahora sí mataría a alguien, porque se lo merecía. 

YeJi había llegado y hablado, y él no podía ni siquiera contener la rabia. ChaerYeong trataba de calmarlo de alguna forma, pero su hermano mayor estaba evidentemente alterado, y también se había vuelto agresivo, era la primera vez en la vida que lo veía perder los estribos de esa forma, ni siquiera las peleas con sus padres lo volvían tan violento como en ese momento.

—¿Estás segura, YeJi? —La voz tranquila y firme de Ryujin preguntó, mirando directamente a la peliroja. A pesar de lo que Chan tuviera que decir, la chica actuaba como el pilar moral del Clan.

—Era su voz... —Susurró, estaba evidentemente consternada por lo que había oído mas no visto.

—¿Qué harán? No pueden meterse en su casa solo así. —La entrometida de Lia había preguntado, sin embargo, tenía un punto a favor sobre lo que estaba diciendo.

—En realidad... —Todos miraron a YeJi, a la expectativa de lo que pueda decir. —El sótano tiene una entrada, es pequeña pero creo que incluso Chan podría entrar por allí, él es delgado.

—Chan no irá. —Sentenció Ryujin, el chico gruñó, indispuesto.

—¿Desde cuándo recibo órdenes de ti? —Contraatacó, pero ella no cedió.

—Estás demasiado alterado, deja que YeJi y Yuna recuperen a tu noviesito, ellas lo harán mejor. —El gruñó de nuevo, encarándola. ¿Qué le pasaba a la bruja?

—Hay un jodido enfermo viviendo en esa casa, ¿estás segura sobre mandarlas allí?

—¿Subestimas a mis chicas, Bang? Te recuerdo que gracias a ellas tienes información acerca de él, sino... —Ryujin iba a seguir hablando, de no ser porque ChaerYeong se paró, y fue directo a pararse entre ellos, asegurándose de que los dos no vayan a agarrarse a golpes justo en ese momento. Aquello había resultado en un inteligente movimiento en el momento exacto.

—Chan irá. —Decretó ChaerYeong, la pelinegra la miró incrédula. —Él tiene razón, es muy peligroso para ellas dos.

Chan rio victorioso, recibiendo una mala cara de Ryujin, pero aún así ella entendió que era necesario tomar aquellas precauciones. Contrario a Chan, Ryujin no era tan terca ni orgullosa y sabía cuándo ceder, además que, en poco tiempo, se había ganado el respeto y la confianza en la nueva mayor del Clan.

—¿Cuándo nos vamos? —En su mente, Chan planeaba entrar, romperle la cara a cualquiera que esté dentro, y salir con su pequeño príncipe cargado en brazos.

—Mañana en la noche, tal vez. —Respondió la peliroja, Chan la miró incrédulo, a lo cual ella trató de explicarse. —JiSung parecía sospechar, si lo intentamos hoy, ellos nos van a tener acorralados. Ni siquiera tenemos idea de cuántas personas conforman el Clan de ChangBin.

—¿No solo viste al chico este?

—Tú dijiste que dos chicos entraron a la tienda ese día, no sabemos quiénes son esos dos, o si hay más.

Como siempre, la voz de YeJi era lo suficientemente suave aún cuando estaba nerviosa encarando al Bang mayor, las demás solo miraban atentas la valentía con la que hablaba contra aquel pitbull rabioso. Este suspiró, entendía lo que ella estaba diciendo, incluso se sentía un idiota después de pensar en simplemente ir y jugar a ser el héroe, pero en ese momento estaba tan desesperado que confiaba que la descarga de adrenalina le serviría para salir victorioso.

Bang Chan era deportista, no inteligente.

A pesar de todo, Chan terminó aceptando las ideas de la pelirroja, la chica merecía crédito por todo lo que había hecho por él hasta ese momento. Por su parte, Ryujin había insistido en darle un entrenamiento básico de defensa propia que resultó en una excusa para ser golpeado, debía admitir que a pesar de sus años como deportista profesional y matón en proceso, era la primera vez que alguien le acertaba tantos golpes, y además se sentía vergonzoso de que fuera una chica.

De la A(mor) a la Z(ombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora